Artículo de Fernando Castillo, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Soria.
En el escaso tiempo que llevamos desempeñando nuestra labor, Sara López y el que suscribe –conformamos así el Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento-, hemos evidenciado el “everest” político que escalamos: el difícil o imposible acceso a documentos de gestión imprescindibles para poder participar, controlar y exigir la rendición de cuentas en base a una protección de datos cuyos límites recuerda el Tribunal Supremo deben ser interpretados de forma restrictiva, el nulo intento del equipo de gobierno socialista de resolver cuestiones de procedimiento cuando se le advierte de que algunas de sus actuaciones son irregulares y conllevaban la nulidad o anulabilidad y la dificultad de encontrar en los medios de comunicación proporcionalidad tanto en la cantidad como en la retórica usada para reseñar nuestras explicaciones y discrepancias etc…conforman la apasionante y ardua tarea de “picar piedra”.
Es lo que nos piden nuestros votantes: firmeza y honestidad para, por ejemplo, pedir un informe preceptivo una y mil veces si es preciso para evaluar si una actuación se ajusta a la legalidad o no, y denunciarla si es preciso; para pedir una bajada de impuestos ante el desmedido afán impositivo que sufrimos y, por supuesto, para alzar la voz en todo aquellos argumentarios no solo económicos sino también ideológicos -como puede ser gastar 9.000 mil euros en un informe para “integrar la Perspectiva de Género en el Estudio estratégico Previo del Barrio El Calaverón”- que atentan contra el interés general de los sorianos.
Trabajar por Soria al servicio de los valores e ideales de este movimiento social y patriótico que en toda España desenmascara al socialismo actual, que no solo ostenta la mayor condena por corrupción de la democracia en este país sino que supone hoy una amenaza histórica a la Constitución y a la convivencia entre los españoles.