Artículo de opinión de Eder García, concejal socialista en el Ayuntamiento de Soria.
Recientemente hemos conocido que las dos partes que forman el actual Gobierno en funciones han llegado a un acuerdo programático para la eventual reedición de la coalición progresista. Queda todavía mucho camino y trabajo de negociación para concitar el apoyo del Congreso de cara a la investidura, pero ya hemos salvado uno de los principales hitos.
Asistimos a un acuerdo que contiene las líneas que seguirán PSOE y SUMAR, continuando con el actual rumbo y pensando siempre en las personas trabajadoras de este país. Ese documento refleja el compromiso de la reducción de jornada laboral con la participación del diálogo social, la subida del SMI con el salario medio de referencia, múltiples medidas de agenda verde u otras orientadas a reforzar con la salud bucodental, visual o mental la cartera de servicios de sanidad.
La sociedad soriana, que ya ha visto cómo han subido las pensiones y el salario mínimo, las becas o la estabilidad en el empleo, tiene claro que también se juega mucho. La agenda social del Gobierno progresista tiene impacto directo en la vida de los sorianos y sorianas, así como sobre el resto de ciudadanía de España.
En esta provincia sabemos que además está en juego el enorme volumen de inversiones que, desde la perspectiva de la descentralización y con intención de paliar, en cierta medida, los desequilibrios territoriales que sufrimos, está proyectando y ejecutando el Gobierno desde Madrid. La adecuación de las travesías, el centro de atención a personas refugiadas o de proceso de datos, la comisaría de policía o el Banco de España, son solo algunos de los ejemplos de inversiones que están en peligro si no sale adelante la investidura de Pedro Sánchez.
Tenemos experiencia de cómo el PP de Soria ha agachado las orejas y renunciado a proyectos como el del propio Banco de España o la mejora del ferrocarril, incluso indemnizando con millones de euros a las empresas ya contratadas.