La vida extractiva de la explotación se calcula, en principio, a lo largo de algo más de doce años. Se contemplan trabajos de restauración tras la conclusión de las labores.
La Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Soria ha informado favorablemente, con condiciones, la explotación de recursos de San Roque Nº 1255-10, ubicada en el término municipal de Borobia, promovida por la compañía Magnesitas y Dolomías de Borobia, SL.
El proyecto se localiza en el municipio a unos 4 kilómetros al noroeste del núcleo urbano y al sur de la sierra del Tablado, esa actuación dará continuidad a la actual explotación San Pablo, cuyo proyecto está en vigor.
Se plantea la extracción de 5 millones de toneladas de magnesita a un ritmo de 400.000 toneladas/año, lo que supone una vida extractiva de unos 12,4 años, prolongándose unos años más los trabajos de restauración. La superficie afectada por la actividad extractiva es de 57,75 ha de las que 34,52 ha se corresponden con el hueco de la explotación.
El estudio de impacto ambiental describe y valora el emplazamiento de la explotación y su entorno: geología, geomorfología, clima, hidrología e hidrogeología, suelos, vegetación y hábitats, fauna, paisaje, y medio socioeconómico. Este documento se completa XII anexos, referentes a la hidrogeología y gestión integral de las aguas, 'Estudio del paisaje. Análisis de visibilidad', “Inventarios de flora y fauna', 'Modelización de las emisiones de polvo', 'Estudio de ruido y vibraciones', 'Estudio arqueológico' y 'Estudio de efectos sinérgicos y acumulativos'.
Durante el trámite de información pública se presentaron un total de 405 alegaciones, en 24 modelos, de particulares, ayuntamientos, asociaciones culturales, vecinales y ecologistas y partidos políticos, que han sido informadas por el promotor y valoradas por los distintos organismos en función de sus competencias.
La Confederación Hidrográfica del Ebro en su informe concluye que no son previsibles alteraciones de la calidad química de las aguas subterráneas ni afecciones al manantial de La Bragadera y resultando compatible la actividad prevista con las previsiones del plan hidrológico vigente.
En la Declaración de Impacto Ambiental se incluyen medias relacionadas con la protección a la flora fauna, controles y seguimientos periódicos sobre las emisiones a la atmosfera por partículas de polvo, ruidos y vibraciones, gestión adecuada de los residuos, controles sobre la calidad de aguas, reposición de los caudales de los manantiales afectados por la explotación, así como la restauración gradual de manera que la superficie que permanezca sin restaurar sea la mínima, y al final de la vida útil de la explotación todo el terreno quede restaurado de acuerdo con el plan presentado.