¿Todavía no sabes de qué vas a ir? Sorianiza tu noche de Halloween con estas ideas.
Que Halloween tal y como hoy lo conocemos sea una celebración importada de Estados Unidos no quiere decir que no podamos celebrarlo dándole un toque de identidad soriana. La noche más escalofriante del año está a la vuelta de la esquina y sería una pena que te quedaras en casa por ser el único de tu grupo que no se ha parado a pensar un disfraz. Por eso, te damos algunas ideas para que causes sensación poniendo un poco de Soria en tu conjunto de Halloween.
No podía faltar en esta lista la pareja más top de la tradición fantasmagórica de la provincia. Su historia lo tiene todo: amor, espíritus, templarios... ¿Qué mas quieres? Para los que sean nuevos, Alonso y Beatriz son los protagonistas de la leyenda 'El Monte de las Ánimas', una de las obras más célebres de Gustavo Adolfo Bécquer. Cuenta la historia de dos jóvenes, Alonso y Beatriz -primos, por cierto- que se van de cacería el día antes de la noche de Difuntos. Beatriz acaba de llegar a Soria así que Alonso le cuenta la historia sobre la batalla que hubo hace muchos años en ese monte entre nobles y templarios y que hace que los fantasmas de esos caballeros vaguen por la zona en la noche de Difuntos. A Beatiz le da un poco de risa el tema y cuando vuelven a casa se ponen a darse regalitos de amor y la chica dice: Ay, justo te iba a dar una cintita azul que parece ser que he pedido en el monte.
Alonso se queda en plan bueno, pues me da que vas a tener que dar tu cinta por perdida porque es la noche de Difuntos y yo no voy a volver, pero al final ella le presiona un poco y va. Spoiler alert: Alonso no vuelve de su escapadita al paraíso de los guerreros fantasma. Además Beatriz pasa una noche horrible atemorizada por ruidos y voces y a saber qué más y se encuentra la cintita que le pidió a Alonso que recuperara al lado de su cama. Total, que se muere de miedo. Estos dos chicos son las estrellas del show y lo bueno de este disfraz es que lo puedes adaptar para que sea en pareja o en grupo.
Para ser Beatriz, necesitarás buscar o inventarte un camisón blanco largo, ponerte maquillaje pálido y hacerte con un trozo de tela azul. Para el disfraz de Alonso, puedes vestirte de caballerete o con unos pantalones ajustados que no sean vaqueros, una camisa grandecita tipo de lino y un cinturón. Tienes que ajustarte a cómo pensamos en el imaginario colectivo que iban los hombres del pasado en un tiempo indefinido. Luego maquíllate como si tuvieras heridas por todo el cuerpo. Si quieres convertir el disfraz en grupal, podéis buscaros un grupo de caballeros templarios con cara de muertos. Si sois tres, el tercero puede ir de la cinta azul.
Las brujas son un clásico de la noche de Halloween pero no sólo en Salem les gustaba la magia. Al suroeste de Soria existe un pueblo llamado Barahona, famoso por ser, supuestamente, un foco de brujería y un lugar de reunión de aquellos que practicaban las artes oscuras.
Lo primero que necesitas es disfrazarte de bruja, sea cual sea la idea que tienes de estas figuras. Puedes vestirte de negro con un sombrero de pico o ir con pinta de herbóloga del pasado. Para sorianizarlo hazte, por ejemplo con cartón, el confesionario de las brujas de Barahona, una roca rectangular con un círculo enmedio por el que se decía que las brujas metían la cabeza para confesarse.
¿De qué fuiste el Viernes de Toros? Si todavía conservas el disfraz, este es tu día de suerte. Rescátalo del fondo del armario, compra sangre falsa y disfrázate de ese sanjuanero que se ha tomado con calma su salida del ruedo y se ha llevado un par de revolcones. Si tu disfraz llegó hecho jirones no te preocupes, le dará aún más realismo a tu outfit.
Cómprate un disfraz de bacon, el más barato que encuentres porque lo vas a estropear. Coge pintura negra, dilúyela un poco para que todavía se distingan algunas formas y dibujos del disfraz y ya lo tienes, la peor pesadilla de un cocinero soriano que llevaba 6 horas dedicadas a esos pobres torreznos.
Todo buen soriano ha ido alguna vez a coger setas y a veces, se tiene más suerte que otras. Y no sólo porque hay mañanas en el monte que resultan ser muy poco fructíferas, sino porque a veces, el producto que nos llevamos no es el que pensábamos. Ponerse a cortar una seta y encontrarse un habitante inesperado no es plato de buen gusto. Por eso, si quieres aterrorizar a tu tío el apasionado de la micología, vístete entero de marrón y hazte -o cómprate- un gorro de seta. Para el gusano podrás usar un churro de piscina, si eres mañoso, o un peluche de un gusano (si no te gustan especialmente los bichos, no te recomendamos buscar "gusano peluche" en Google Imágenes). Para convertirlo en un disfraz grupal puedes diseñar una cesta gigante para setas con unas cuantas cajas de cartón.
Si alguna vez has ido de Mujer Invisible de los 4 Fantásticos, rescata el disfraz del armario. Otra opción es que lleves una capa de Invisibilidad como la de Harry Potter o que te vistas con la ropa negra o veige más aburrida que tengas. El objetivo es que parezca que no estás.
Llevas una semana pensando en la verbena del sábado, pero una tormenta la ha cancelado. ¿Habías oído alguna vez algo peor? Aprovecha esa frustración que estás sintiendo para crear un disfraz inolvidable. Con una caja negra a tu alrededor harás el escenario. Un poco de gomina para un peinado efecto mojado, una nube sobre tu cabeza si quieres tirar la casa por la ventana, un cartelito colgado en tu cuello en el que ponga "verbena cancelada" y para más realismo, enróllate en luces de Navidad a modo de focos de la orquesta. Ese amigo tuyo que siempre llega a casa el domingo después de marcharse el jueves por la tarde tendrá pesadillas durante meses.