La ONG soriana suma apoyos con la Fundación Navalpotro y los ayuntamientos de Soria y de Valladolid.
La Asociación soriana Tierra Sin Males, dedicada a la cooperación al desarrollo, ha realizado un viaje de seguimiento a Guinea Bissau, uno de los diferentes países donde desarrolla su actividad. A partir del año 2000, cuando se fundó esta ONG soriana, trabaja en El Salvador, Brasil, Bolivia, Colombia, etc. tratando de asegurar condiciones de vida digna en los diferentes territorios.
Fundamentalmente, en los diferentes pueblos se trabajan cuestiones como la educación (partiendo de la construcción de escuelas hasta la formación de formadores), el agua y saneamiento (tanto en la construcción de infraestructura como en la sensibilización y en su caso concienciación) y, también, la soberanía alimentaria (entendiendo ésta como la aseguración del derecho a la alimentación de las personas y pueblos más vulnerables a través de la formación, la comercialización de productos hortícolas, ganado menor, sostenibilidad, etc.)
Con el interés y el compromiso que caracteriza a Tierra Sin Males, a principios de octubre, tanto el gerente como la secretaria tuvieron la oportunidad de visitar algunas 'tabancas' o aldeas del sector de Bigene, en Guinea Bissau, donde se han construido escuelas, pozos de agua, letrinas para el saneamiento, se ha dotado de material, capacitaciones, etc. y han compartido con las personas residentes sus necesidades y diferentes experiencias; observando el cambio de vida que sufren las personas más vulnerables con una simple modificación en sus vidas como puede ser tener la posibilidad de obtener agua potable de un pozo, o poder ir a la escuela.
De esto trataban en la aldea de Udasse donde se ha podido construir una escuela de 3 aulas de la que se benefician más de 180 escolares, un pozo de agua potable que garantiza su derecho al agua y afecta directamente a la salud (se han visto muy reducidas las enfermedades desde su construcción) y, gracias a las capacitaciones y formaciones del socio local de Tierra Sin Males, Soguiba, las mujeres han obtenido un terreno donde cultivan alimentos para su consumo y comercialización, aumentando, además, la capacidad adquisitiva de las familias.
Otro de los ejemplos es la aldea de Samudji II, donde más de 200 niñas y niños ven asegurado su derecho a la educación y al agua potable y saneamiento. Además de visitar la escuela, comprobar las canalizaciones del pozo de agua, las letrinas, etcétera, se visitó el centro de salud donde constaban algunos datos relevantes: desde la construcción del pozo y sus canalizaciones, ninguna persona había presentado signos de enfermedad por consumo de agua (se debe comprender que, sin tener sistema de saneamiento ni consumir agua potable, son comunes algunas enfermedades graves y su capacidad de contagio y transmisión es muy alto). Allí en Samudji también se conversó con Maymune Mane, la presidenta del Comité de Gestión de la Escuela -creado para dar sostenibilidad al proyecto, implicar a la comunidad y que sean las propias personas residentes las protagonistas de una buena gestión de los recursos-, Mane comentaba y éstos y otros detalles por los que “con dedicación y esfuerzo, muchas mujeres y pueblos pueden vivir más dignamente”.
En este sentido, es muy importante para Tierra Sin Males ofrecer formación y diferentes capacitaciones que aseguren, por un lado, el empoderamiento a través del conocimiento (formaciones), y, por otro lado, la continuidad y sostenibilidad de los proyectos. Por ello, en los proyectos que desarrolla la ONG con sus colaboradores y socios locales, se contempla la creación de grupos de seguimiento y control locales, con la finalidad de que exista un mecanismo de gestión de las posibles inconveniencias que pudieran ocasionarse, labores de contabilidad, de mantenimiento y, en definitiva, de sostenibilidad del proyecto y de que sean las propias personas residentes quienes ostenten el protagonismo de sus infraestructuras y recursos de su tierra.
Asimismo, el viaje también se aprovechó para visitar otras aldeas donde se ha trabajado o se pretende trabajar (Bigene, Mansalia, Bintam, Talico, Bucaur, etc.) para conocer sus necesidades y valorar las posibilidades del territorio así como la idiosincrasia de los diferentes pueblos, de cara a continuar trabajando y ampliar la labor de Tierra Sin Males. Todo ello gracias al trabajo de las comunidades, a la colaboración de SOGUIBA y NODECO (entidades locales bissau-guineanas) y a la financiación de Fundación Pedro Navalpotro, del Ayuntamiento de Soria, del Ayuntamiento de Valladolid y de las donaciones de particulares y sindicatos.
Estos resultados y la implicación de la comunidad animan a Tierra Sin Males a seguir trabajando con constancia y compromiso; ya que, se ha demostrado que, una pequeña acción, afecta muy positivamente a una gran comunidad, aldea, tabanca, pueblo. Tal y como decía Eduardo Galeano, "Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo".