Con los costes de producción del cereal disparándose cada vez más y el precio del girasol bajando tras el retorno de la importación ucraniana, el sector en la provincia debe decidir qué rumbo tomar.
Los agricultores de la provincia de Soria se enfrentan a una gran pregunta. El cambio climático y el aumento de los costes de producción están generando una gran incertidumbre y el sector se encuentra en el momento de decidir qué camino seguir.
Según datos proporcionados por ASAJA Soria, en esta última campaña se han plantado unas 45.000 hectáreas de girasol, frente a las 40.000 del año pasado y las 29.000 de 2021. Este notable crecimiento en la producción tuvo lugar cuando la guerra de Ucrania detuvo las importaciones de girasol, aumentando la demanda de cultivo español. El año pasado el precio se llegó a situar en los 625€ por tonelada, con una producción de unos 500 kilos por hectárea.
Sin embargo, este año la producción ucraniana de girasol ha llegado en mayores cantidades, reduciendo el precio por tonelada hasta los 405€. Este producto, que parecía la alternativa perfecta al cereal, ya no resulta tan rentable a los agricultores, a pesar de que su producción este año en la provincia se ha duplicado hasta los 1.000 kilos por hectárea. "La bajada es considerable y a tener en cuenta", reconoce la presidenta de ASAJA Soria, Ana Pastor.
"Ahora está complicado elegir", reconoce el secretario de la organización, Juan Francisco Barcones, que recuerda que las opciones de los productores sorianos se ven limitadas por su escasa superficie de regadío. Esto se ha convertido ya en una reivindicación histórica, demandando que aumenten las tierras para este tipo de cultivos, "porque es donde tenemos más opciones". Por el contrario, "el cereal se ha convertido en una siembra de alto riesgo, es como invertir en sellos". El abono necesario para su cultivo supera ya los 500€ por tonelada y el precio del grano no garantiza recuperar la inversión.
Lo que parece claro es que va a disminuir la superficie de cultivo de cereal en Soria, "por los elevados costes de producción y los precios tan bajos de venta, que van en tendencia a la baja", según explica la presidenta de ASAJA a nivel provincial. Algunas soluciones que ahora mismo se plantean son "dejar más barbecho, dentro de lo permitido, o recurrir a cultivos que necesiten menos costes de producción".
En este momento, los agricultores sorianos están terminando de recoger el girasol. Las lluvias de estos últimos días no sólo están retrasando la cosecha, sino la siembra de cereal, que tendrá que esperar a un nuevo parón de las precipitaciones. Pastor concluye haciendo un balance "desastroso" de este año 2023 en el campo soriano: "La cosecha ha sido históricamente de las peores, el girasol pensábamos que nos iba a salvar y no ha sido lo que esperábamos. Siempre esperamos que el próximo año sea mejor, esa es la única esperanza que nos queda, y más este año".