Artículo de opinión de Eder García, concejal socialista del Ayuntamiento de Soria.
Por fin tenemos Gobierno con plenitud de capacidades para desempeñar su papel constitucional. El camino se ha hecho largo para los que deseábamos tener cuanto antes un liderazgo progresista renovado, resultado de las urnas, que pudiera continuar con la tarea de mejorar y hacer avanzar España. Más largo se les ha hecho a quienes, por la vía del insulto, la desacreditación y la crispación, querían evitarlo.
Es importante que los gobiernos estén a la altura de la alta responsabilidad que ostentan, sin duda, para lo que además tendrán el control parlamentario y, en última instancia, el de las urnas dentro de cuatro años. No obstante, también es importante que aquellos a los que la aritmética resultante de las elecciones ha puesto en la oposición estén igualmente a la altura.
Por desgracia, el Partido Popular nunca ha estado en el lugar que debiera cuando le han dejado en la oposición. Han calentado la calle diciendo abiertamente que la investidura de Pedro Sánchez iba a ser la chispa que haría saltar por los aires nuestra Constitución, cuando son ellos quienes, con ese comportamiento, saltan fuera de ella sin ruborizarse.
El único partido que se instala fuera de la Constitución y desprecia la separación de poderes es el PP cuando se jacta de controlar una Sala del Tribunal Supremo, se niega a renovar el mandato caducado del CGPJ o se esfuerza en deslegitimar a un presidente que ha tenido el apoyo de todo el Congreso excepto el suyo y el de sus socios de la extrema derecha.
Se les va a hacer larga esta legislatura progresista. Hacen el ridículo internacionalmente enfrentándose a la postura de España con respecto a Palestina que ellos mismos llevaban en el programa. Votarán no, como ya han hecho hasta ahora, a la subida del SMI o a tantas otras medidas sociales. Pero esa es su forma de estar en oposición: el “no” por sistema.