El mercado navideño de Almazán ha llenado de ilusión las calles de la villa. La plaza Santa María ha sido el centro neurálgico de esta actividad navideña que ni los adnamantinos ni el propio Papá Noel se han querido perder. Tren navideño, puestos y pintacaras han estado acompañados de los grandes clásicos invernales para calentar el estómago y el alma: caldo y chocolate caliente. Una jornada mágica adornada por las luces de Navidad que ya alegran las noches adnamantinas.