Los vagones del convoy que salía esta mañana de la estación del cañuelo, más antiguos, tampoco tenían toma de electricidad para los viajeros.
"Estamos ya acostumbrados". Con estas tres palabras de resignación se manifestaba un usuario habitual del ferrocarril esta amañana de miércoles tras el viaje de Soria a Madrid que ha resultado ser "fresco" y donde los viajeros no se han quitado siquiera la ropa de abrigo que vestían en el andén antes de iniciar la partida desde El Cañuelo. De hecho, su madre, que acompañaba a este soriano empleado en la capital de España, "se ha tenido que poner los guantes y el gorro".
El convoy estaba compuesto con habitual número de vagones, pero en esta ocasión, y según ha manifestado este testigo -que prefiere no desvelar su identidad-, el frío se ha hecho notar en las primeras horas. Después, conforme ha ido aumentando el pasaje en las distintas paradas la temperatura ha subido levemente, aunque con ausencia de la calefacción, que seguía sin funcionar. A las dos horas de viaje, en el exterior, el termómetro marcaba 3ºC.
"Los de hoy eran modelos más antiguos" refiere también el viajero, quien ha echado también en falta la toma de enchufe para corriente eléctrica con la que alimentar su ordenador, herramienta de trabajo habitual. "La batería de mi portátil difícilmente aguanta las tres horas que dura el viaje, con lo que no he podido avanzar en el trabajo, como tenía previsto", lamenta.
Acostumbrado a subir al tren, "por toda España", comentaba finalmente que "en ningún sitio" donde hace uso de este servicio las condiciones tienen la calidad que se dan en Soria. De hecho, ha aludido a testimonios de otros viajeros que ya, habituados a este tipo de contingencias, llevan una manta para paliar la baja temperatura en el trayecto, tal y como ha ocurrido hoy.