Entre los problemas que más preocupan, la nueva PAC y la protección del lobo. Demandan una mayor superficie de regadío y que el lobo sea considerado especie cinegética.
ASAJA Castilla y León hace un balance "catastrófico" de 2023 en lo que se refiere a la agricultura y la ganadería en la región. Así lo manifiesta Donaciano Dujo, su presidente, después de un año en el que los costes se han disparado y la producción ha disminuido notablemente debido a las condiciones climáticas.
En Castilla y León la producción agraria se ha situado entorno a los 3,2 millones de toneladas, 4 puntos por debajo de la media de los últimos años, que alcanzaba los 7 millones. En el caso de la provincia de Soria, frente a la media de 650.00 toneladas que se venían cosechando los últimos años, los agricultores han cerrado este 2023 con 250.000, un 60% menos. A este descenso en la producción se le suma un incremento en los gastos de los agricultores, que se han llegado a duplicar según ha explicado Dujo: "Para el que gasta mucho y coge poco, la ruina está asegurada".
En el caso de la provincia de Soria, este problema podría solucionarse, para el máximo representante de ASAJA en Castilla y León, ampliando la superficie de regadío. "¿Qué desgracia ha cometido Soria para tener un 5% de superficie de regadío cuando España tiene un 23% y zonas como Andalucía un 28%?", lamenta. Considera que transformar tierras de secano en regadío ayudaría a que más jóvenes se asentaran en la provincia para dedicarse a la agricultura "sostenible, productiva y limpia", combatiendo así la despoblación.
La situación de la ganadería no es más esperanzadora, según el presidente de ASAJA Castilla y León, con forrajes más caros, sin pastos e "inconvenientes sanitarios", entre los que se encuentra la Enfermedad Hemorrágica, que ha causado "pérdidas importantes y bajas para todo el sector".
A todo esto se suma el primer año de aplicación de la nueva PAC, que la agrupación ha calificado de "medioambientalista, estricta, poco productiva y con menos presupuestos". Dujo considera que los productores tienen que hacer ahora "cosas que no van con la agricultura y la ganadería", pero "cobrando menos", lo que desemboca en "pérdidas económicas". Además, cree que esta nueva PAC no les aporta "libertad para producir alimentos de calidad para la sociedad".
Denuncia que no se tengan en cuenta las condiciones determinadas de cada territorio, obligando a "sembrar en Soria este año que no se puede sembrar" y no hacerlo "en el páramo de León". Critica también las nuevas políticas que obligan a verter los purines en estaciones determinadas, una de las medidas que califica como "absurdeces políticas hechas por burócratas desconocedores de lo que es la agricultura de Castilla y León y de España".
Además, exige que tanto la Junta de Castilla y León como el Gobierno de España paguen a los agricultores las ayudas prometidas por la sequía. En el caso de la Junta, el 25% con el que se comprometió a complementar las indemnizaciones de agroseguros y en el del Ejecutivo, las ayudas por la sequía, que desde la agrupación en Soria consideran insuficientes por no declarar la afectación extrema en la provincia. "Según datos de Agroseguros, en España han otorgado 400 millones de euros en indemnizaciones, de los que 185 millones han sido en Castilla y León", detalla Dujo. Además, pide que "un mejor seguro para tener las garantías de tener una cosecha de ingresos cuando el cielo no nos da cosecha de granos".
Otro de los asuntos que preocupan a ASAJA es el estado de la protección del lobo, una especie que, en palabras de Dujo, "no está en peligro de extinción, tiene superpoblación". Lamenta los 5.000 animales que los lobos han matado en Castilla y León, que han generado unas pérdidas cifradas en 8 millones de euros, aunque destaca que no todas las muertes se han declarado al haber desaparecido el cuerpo del animal, por lo que podrían ser entorno a un 10% o un 20% más. Además, subraya que, en muchos casos, el lobo "echa al ganadero del territorio" por las pérdidas y la incertidumbre que genera este animal al productor.
Por ello, celebra la última decisión de la Comisión Europea al respecto y pide a la ministra que derogue la orden del 21 de septiembre y que permita, con el consenso de Comunidades Autónomas y organizaciones agrarias, un plan de control y gestión del lobo en España que lo convierta en especie cinegética.
Tacha de "absurdo" que "se proteja a los animales salvajes que destruyen el alimento de las personas" y pide, además, que se controle más "la caza mayor que tanto daño nos hace". Defiende que una merma de la población de estos animales puede "reducir los daños a la agricultura, los accidentes en la carretera y las transmisiones de enfermedades". "Castilla y León no soporta la cantidad de caza mayor que hay, por los perjuicios a las personas, al territorio y a la cabaña ganadera", concluye.