Llevar ropa interior roja es uno de los hábitos que más se repiten entre los vecinos de la capital.
Las supersticiones antes de comenzar el año suelen ser algo habitual entre los sorianos. Muchas personas repiten cada año ciertos rituales con la esperanza de que les sirvan para que el próximo año sea mejor. Para conocer de primera mano cómo los vecinos de la capital viven esta Nochevieja, Soria Noticias ha salido a la calle.
La primera protagonista de este artículo es Vanesa Ortega. Esta nos explica que le encanta acudir a la Champanada y que hace mucho que no sale de Cotillones. Al mismo tiempo, también nos confiesa que suele comprar las uvas en el último momento. Con todo ello, nos manifiesta cuál es su superstición. Todos los años intenta llevar algo de ropa roja a la cena.
Seguidamente, nos encontramos con un Juanjo Delgado que se define como “un tanto soso para estas cosas”. Este nos manifiesta que no ejerce ningún ritual en estas fechas y que ni si quiera se come las uvas de fin de año. No obstante, no descarta empezar a comerse los doce torreznos.
Con un propósito de perder peso, de tener salud y de viajar mucho, Octavo Alonso y Mercedes Mata suelen quedar con sus amigos para brindar con champán por la tarde, para posteriormente cenar con la familia. Sin pensar que pueda pasar nada malo, su único acto ceremonial que repiten cada 31 de diciembre es comerse las doce uvas.
Entre todos los sorianos, también nos topamos con un Javier Losán, ‘El Ovejas’ en la serie ‘El Pueblo’ que indicó durante los doce torreznos nuevos que su superstición consistía en empezar cada año con calzoncillos rojos.
Por su parte, Héctor Sevillano y Georgina Grigore, tienen claro lo qué tienen que hacer cada Nochevieja para que les vaya bien el nuevo año. Volver después de desayunar con churros y llegar a casa menos elegantes de lo que salieron. Por cierto, Georgina señala que siempre deja para el último momento el comprarse el vestido para esta noche tan especial.
Por último, Blanca Heras y Jesús Tierno, sorianos afincados en Zaragoza desde hace 30 años, hacen hincapié en que las Navidades de Soria no tienen nada que ver con las demás. Sin ninguna superstición para estos días, su tradición es elaborar perolo soriano para sentirse más cerca de casa.