Con una tremenda nevada como la que caía ayer en Soria capital, muchos sorianos aprovechaban la tarde para disfrutar de la nieve. La inmensa mayoría se ha repartido entre dos espacios, el parque de la Dehesa, ideal por su ubicación y amplios espacios verdes, y los márgenes del río Duero, con un valor emocional incalculable. Junto al río y al Santo, la nieve y el agua los se abrazaban según caía la noche en unas postales dignas de película. Eso sí, de película de las de sofá, manta y chocolate caliente.