CASTILLA Y LEóN
Actualizado 30/01/2024 17:19:43

Juan Carlos Suárez-Quiñones expresa la necesidad de optimizar el uso del agua y de contemplar los nuevos escenarios climáticos en la actividad agrícola.

Este martes, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, acompañado del presidente de FERDUERO, Eloy Bailez Lobato, ha expresado la necesidad de optimizar el uso del agua y de contemplar los nuevos escenarios climáticos en la actividad agrícola, considerando los modernos regadíos como una forma tecnológica, productiva y sostenible de producir alimentos.

La X Jornada de Formación para Comunidades de Regantes organizada por FERDUERO (Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero) se ha llevado a cabo con el propósito de profundizar en los aspectos jurídicos y técnicos que rigen la actividad de las Comunidades de Regantes en la Cuenca del Duero. El consejero de Medio Ambiente, vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha destacado la importancia de estas jornadas, especialmente en el contexto de una sequía meteorológica prolongada, con precipitaciones por debajo de lo normal en los últimos tres años hidrológicos. También ha hecho referencia a los datos recientes de la ‘Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esryce)’ del MAPA, que señalan que Castilla y León cuenta con 451,989 hectáreas de regadío, representando el 11.99 % del total nacional. Se trata de la tercera comunidad autónoma en superficie de regadío, pero tiene mucha capacidad de incrementar regadíos para que la proporción respecto a la total superficie de cultivo, de poco más del 10 %, se acerque a la media española, que supera el 22,4 %.

El consejero ha resaltado “la importancia de León como referente en regadío, siendo la provincia con el mayor porcentaje de superficie cultivable bajo esta técnica y la que mayor proporción de regadío sobre al superficie cultivable, pues supera el 37 % por sus 125.000 hectáreas de regadío sobre las 330.000 hectáreas de cultivo”.

“Los beneficios que reportan las actuaciones en regadíos, beneficios económicos y sociales - mejora del rendimiento, tanto en términos de productividad, como de renta y empleo en el conjunto del sector, y también medioambientales, dada la optimización de los consumos de agua entre el 20 y el 25 % y la disminución de la contaminación difusa, pues permite una adecuada utilización de fertilizantres y fitosanitarios, lo que justifica la apuesta por el desarrollo de nuevos regadíos y la modernización de los existentes”, ha declarado el consejero.

Además, Suárez-Quiñones ha abordado la importancia de optimizar el consumo de agua en el sector agrario, dado que la agricultura de regadío representa entre el 63 % y el 67 % del consumo total de agua en España, y ha destacado la necesidad de modernizar los regadíos y adoptar soluciones tecnológicas e innovadoras para mejorar la eficiencia en los sistemas de riego, una apuesta de la Junta de Castilla y León.

También ha destacado que “las Comunidades de Regantes ejemplifican la solidaridad del mundo agrario para alcanzar unos fines comunes y la optimización de los recursos naturales. Su constitución como corporación de derecho público, adscrita al Organismo de cuenca, las hace beneficiarias de una serie de derechos sobre el recurso hídrico, pero también trae aparejada una serie de obligaciones y deberes de naturaleza medioambiental, como son la administración, control y conservación de ese recurso de manera más sostenible y renovable”.

“Por otra parte, es preciso destacar que, a pesar de que los cultivos son un medio antrópico altamente intervenido por el hombre, tanto el secano como el regadío constituyen el hábitat de fauna silvestre de gran relevancia ecológica vinculada a las pseudoestepas que forman los agrosistemas del cultivo de secano y otros ecosistemas que hay que cuidar con unas adecuadas evaluaciones ambientales, con medidas preventivas, corregir y compensar, haciendo sostenibles y respetuosas con el medio ambientes de estas infraestructuras", ha explicado Suárez-Quiñones.

El consejero ha hecho referencia a los marcos financieros como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y el Plan Estratégico de la Política Agraria Común, que impulsan la modernización de regadíos con medidas para evitar deterioro ambiental, y ha resaltado la importancia de cumplir con el marco normativo ambiental vigente y conciliar el desarrollo rural con la conservación del patrimonio medioambiental de Castilla y León, que es posible.

Finalmente, el consejero ha destacado la implicación de la Junta de Castilla y León con las Comunidades de Regantes en los retos que tienen ante sí, como son el coste de estas infraestructuras, los costes de explotación -especialmente el coste eléctrico, siendo necesario fomentar los sistemas de autoconsumo eléctrico con más de 80.000 hectáreas promovidas por la Junta- y, finalmente, la preocupación por el recurso, el agua. Así, ha reclamado que Castilla y León cuente con el compromiso del Gobierno de España para incrementar los recursos de almacenamiento de agua, permitiendo que su capacidad de regulación alcance cifras que hoy están muy lejanas de otras comunidades autónomas. Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha señalado que estos retos cuentan y contarán con el compromiso de la Junta.

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