Representantes de ASAJA, UPA y COAG en Soria se han mostrado descontentos con la falta de organización a nivel nacional. Aseguran haberse puesto ya en contacto con los grupos independientes y recuerdan que son los únicos interlocutores válidos y representantes de los agricultores en las mesas de negociación.
Las OPAS han desconvocado la manifestación que habían programado para el próximo día 14 de febrero en Soria para protestar por la situación del sector agrario. Lo hacen en vista del éxito que han tenido las movilizaciones independientes que se han venido produciendo en toda la provincia desde el martes, en forma de tractoradas o de marchas de chalecos amarillos. "Ahora existe un movimiento espontáneo en las calles y no es momento de interferir sino de comprender y animar", ha asegurado Ana Pastor, presidenta de ASAJA Soria, quien también ha reiterado sus "bendiciones" a aquellos socios de las OPAS que deseen participar.
Esta decisión "no significa que no sigamos en lucha" y Pastor ha comunicado que se convocarán actos si se solicita a nivel nacional o Comunitario o si sus propios socios así lo demandan. El representante de UPA, Raúl Ramírez, ha manifestado tener miedo de continuar con el acto del 14 de febrero "y que alguien de los que ya de por sí están disgustados con nuestra forma de actuar nos lo puedan ir a reventar".
Los máximos representantes de UPA, COAG y ASAJA en la provincia han querido también mostrar su malestar por "cómo se está planificando esta primera fase provincial con actos sin coincidencia ni coordinación". Pastor destaca que ASAJA Soria convocó a mediados de enero una junta para retomar los actos de protesta, en vista de las "protestas de agricultores en muchos estados que han puesto sobre la mesa problemas comunes que nos afectan". La delegación soriana quedó, por ello, a la espera de que se definiera desde Madrid una "estrategia" conjunta que finalmente no ha llegado, ya que cada provincia se ha organizado "de cualquier modo". Pastor lamenta "que una señora con un grupo de WhatsApp pueda poner de acuerdo a mucha gente y nosotros tengamos un rosario de actos".
La presidenta de ASAJA ha aclarado que las OPAS no son sindicatos, sino asociaciones empresariales profesionales: "Aquí no hay liberados, somos nuestros propios jefes y el 95% del presupuesto es de cuotas sociales y de trabajos que realizamos para los socios". Raúl Ramírez, de UPA, se ha manifestado muy descontento con las críticas recibidas aunque no se siente "amenazado" por la posibilidad de que algunos de sus socios opten por unirse a esta posible nueva asociación independiente que se ha venido anunciando esta semana. Ha recordado que, de momento, son los únicos interlocutores válidos con las adminsitraciones. "Es voluntario estar en una asociación agraria, aquí no se va a hacer guerra con las adminsitraciones sino a solucionar problemas y ayudar a la hora de tramitar ayudas", ha añadido.
Considera que el grupo de WhatsaApp es "maravilloso" y reconoce que muchos socios "han estado en la calle". Ha destacado que "estar a este lado de la mesa es muchas veces bastante más desagradable de lo que algunos creen" y ha afeado a los agricultores que no se movilicen con esa masividad cuando son las OPAS las que convocan las revueltas: "No acuden por comodidad". Eso sí, Ramírez se ha mostrado en contra de las paralizaciones del tráfico, ya que "todas las movilizaciones tienen que tener unos consensos" y se está interfiriendo con los derechos del resto de ciudadanos.
Sobre la posibilidad de que la extrema derecha esté detrás de las movilizaciones, Alfredo Cabrerizo, de COAG, ha expresado que "no necesitamos que la extrema derecha ni nadie nos guíe, porque nos guía la necesidad y los problemas que tenemos" y ha recalcado que, al menos en Soria "no nos consta que haya nadie por detrás". Confía en que "este y los movimientos de nuestras organizaciones a nivel nacional hagan replantearse a Europa, como ya está pasando, cosas que hace unos meses eran impensables". Y aunque cree que "esto es el principio", recuerda que al última palabra la tiene Bruselas.
Las OPAS han manifestado "compartir" gran parte de la carga reivindicativa de este movimiento. Y por ello Ramírez ha anunciado que ya se han establecido contactos entre las OPAS y los portavoces de los manifestantes espontáneos para poder transmitir en las mesas de negociación aquellas de sus peticiones que consideren oportunas. Una de estas portavoces se mostró ayer en contra de las subvenciones europeas y el representante de UPA ha concidido en que "no queremos vivir de subvenciones". Sin embargo, ha reconocido que si los productos del campo tienen el valor que merecen, la compra de los consumidores costaría "20 veces más" y las familias no podrían hacerle frente. Cree que ayudas como la PAC son "un parche" que está "llevando" al sector.
Han recordado que llevan años movilizándose en contra de una Política Agraria Comunitaria "desorientada e hiperregulada que no protege nuestros productos" y que, además, estaría muy influida por la Agenda 2030. Añade Pastor que las OPAS han tenido que "soportar ataques injustificados" desde Ministerios como el de Transición Ecológica "que nos han colocado como los malos ante la sociedad en temas ambientales y de protección animal". Consideran que crisis como la guerra de Ucrania o la de Oriente Medio han provocado un aumento desorbitado de los costes de producción y ponen en el punto de mira del "desplome" del precio de los productos a las "importaciones descontroladas sin tener en cuenta cómo se produce fuera de la Unión Europea". Algo agravado por la sequía y su repercusión sobre las últimas cosechas que complica la situación del sector.