El gobierno de Castilla y León pide a Sánchez que tome "decisiones" después de unas delcaraciones que "calificaban a una comunidad de forma ofensiva empleando términos que resultan peyorativos para nuestros mayores".
El siempre polémico ministro de Transportes, Óscar Puente, ha vuelto a levantar ampollas con sus palabras. Concretamente, han sido las que utilizaba para referirse a Castilla y León en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del martes. Puente calificaba a la comunidad como un "geriátrico a cielo abierto" y, 24 horas después, llegaba en forma de carta al presidente del Gobierno la respuesta del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha insistido esta mañana en que su gobierno "no va a aceptar las ofensas a nuestra comunidad ni a las gentes de Castilla y León". Ha calificado como "intolerable" que un ministro, "desde la mesa de portavocía", califique a una comunidad "de forma ofensiva empleando términos que resultan peyorativos para nuestros mayores, que tanto han contribuido a lo que somos".
Carriedo ha lamentado que el ministro de Transportes, "pudiendo conocer la realidad de esta tierra y sus virtudes, ha decidido despreciarla", y ha expresado que el ejecutivo castellano y leonés comprende ahora que "no se invierte en aquellos sitios que se desprecia". Asegura el portavoz de la Junta que esta administración se ve obligada a afrontar inversiones propias del Gobierno de España "para corregir la falta de compromiso, la falta de atender a las necesidades de esta tierra".
El portavoz de la Junta ha aclarado que lo que espera Castilla y León de Sánchez es que "tome las decisiones más adecuadas ante esta circunstancia". Decisiones que aseguren que "nunca más desde el Gobierno de España se ofenda a Castilla y León o a sus gentes". Ha concluido de forma tajante expresando que "esta es una tierra con dignidad y somos gentes orgullosas que no merecen ser ofendidas".