Artículo de opinión de Fernando Castillo, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Soria.
La realidad política española se desgranará este 2024 entre los consabidos y nuevos escándalos del abyecto gobierno socialista que sufrimos, y los procesos electorales: a Galicia, le seguirán el País Vasco y las elecciones europeas.
No sabemos cuál será la aritmética final de los resultados para VOX en este año electoral, pero sí tengo claro que - más allá de las urnas y de quienes estemos al frente-, en este partido vivimos de la firme defensa de nuestras ideas. Ideas que son siempre las mismas en cualquier provincia de España: lucha incesante por el sector primario de agricultores y ganaderos que son denostados por la agenda 2030, apoyo incondicional a nuestros cuerpos de seguridad a los que quitan su autoridad a pasos agigantados, defensa de la unidad nacional frente a quienes quieren trocear el país, denuncia permanente de la corrupción de los partidos políticos del bipartidismo español, inmigración legal y asumible, apuesta férrea por la vida y por la libertad…
Frente al verde de VOX está el castaño oscuro (ya pasa) de este Gobierno que con un escándalo tapa otro escándalo: amnistía de delincuentes, pactos con Bildu y separatistas, acuerdos agrícolas con Marruecos, suicidio energético, degradación de las instituciones y ausencia de separación de poderes, política migratoria temeraria, crispación social, abandono del problema de la despoblación…¿qué más tiene que ocurrir? La socialdemocracia, el multiculturalismo y las políticas globalistas son experimentos acabados o en vías de desaparición en muchos países de Europa, y la razón no es el auge de ninguna derecha extrema sino el hartazgo de las sociedades que han sufrido esas políticas. Cuando muchos están huyendo de ellas, en España hay quienes quieren seguir avanzando hacia el desastre.
Ojalá no sea demasiado tarde para revertir la situación: España, Soria y el sentido común son y serán siempre el rumbo a seguir, por grande que sea la tempestad.