Nos colamos en la fiesta de cumpleaños de cuatro sorianos del ‘Club de los Bisiestos’. Un grupo en el que hay una posibilidad entre 1.461 de entrar con una condición negativa y positiva a la vez: sólo cumplirás años una vez cada cuatro.
Este año, el cumpleaños de Marisa es muy especial, no sólo porque cumple 60, sino porque también cumple 15. Hoy se junta para celebrar su día especial con Javier, de 9 años y Mario y Sergio, dos gemelos de 8. Ellos son cuatro de los miembros sorianos del selecto ‘Club de los Bisiestos’, un grupo al que, según el INE, pertenecen 25.542 personas en España y 4 millones en el mundo. Ostentan el carnet de socio figuras como el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o el futbolista Ferrán Torres. La probabilidad de entrar es de una entre 1.461 y es necesario cumplir una condición simple y compleja a la vez: nacer un 29 de febrero.
Este día, a diferencia del resto, sólo se repite una vez cada 4 años. La Tierra tarda 365 días y casi 6 horas extra en dar la vuelta al Sol, así que para que no haya desfase entre el calendario y el movimiento de nuestro planeta, cada cuatro años uno es bisiesto y se añade un día más a febrero, el 29. Esta mágica fecha de cumpleaños ofrece la posibilidad de ser eternamente joven, pero está sujeta a una maldición. Frases que aluden a la desaparición de su día especial como “este año no vas a tener regalos porque no es tu cumpleaños”, han perseguido a nuestros bisiestos desde que tienen uso de razón.
¿29 de febrero? Mejor seguir hasta el 30: Para pasar del calendario juliano al gregoriano, Suecia corrigió su desfase a lo largo de varios años y en 1712 hubo 2 días bisiestos.
Para ellos es un cumpleaños normal y Mario lo tiene claro: “Le hace más gracia al resto del mundo lo del 29 de febrero que a nosotros”. Reconocen que “la gente es muy pesada”, aunque ellos, a veces, también entran en la broma. Este 2024 Javier cumple los 9, así que lleva 3 años sumándole ‘un cuarto’ a sus 8 años.
Bisiesto significa ‘bis sextus dies ante calendas martii’ (repetido el sexto día antes del primer día del mes de marzo). El primer calendario que contempló los años bisiestos fue el juliano (por Julio César). Así, se abandonó el calendario romano de 10 meses y se pasó a 12, siendo febrero el que se quedó con la peor parte. Al ser el mes más corto, era perfecto para añadirle un día cada 4 años, y así acabar con el temido desfase entre el calendario y el viaje de la Tierra por el espacio. Se implantó en el 46 a.C., que tuvo 445 días, para compensar los errores acumulados.
Pero esta norma de “cada 4 años”, como no son exactamente 6 horas las que sobran cada año, no era perfecta. Así que Gregorio XIII dispuso su calendario gregoriano contemplando excepciones para no incluir determinados años bisiestos. Como curiosidad, para que entrara en vigor esta reorganización, en 1582 se saltaron 10 días del mes de octubre para reajustar, así que los cálculos de fechas antes de ese año pueden no ser exactos.
Por mucha ciencia que tengan detrás estos años, para nuestros bisiestos el 29 de febrero es un día normal, y los años de 366 días no tienen nada especial. Están tan “acostumbrados”, que Javier ni siquiera se había percatado de que en los años en los que puede festejar su ‘verdadera’ fecha de nacimiento también se celebran las Olimpiadas.
Pero haya o no haya 29 de febrero, ellos siguen cumpliendo años y deben elegir su día especial en 3 de cada 4 casos. Javier, Mario y Sergio lo celebran el día 28. Ellos mantienen que nacieron “el último día de febrero”, así que su cumpleaños tiene que celebrarse el último día de febrero, sea cual sea. Marisa reconoce que piensa lo mismo, es “de febrero”, pero recuerda cuando su padre le decía que ella había nacido “el día siguiente al 28 de febrero”, y que por eso tiende a celebrarlo el 1 de marzo. Cuándo deciden festejarlo es algo que pueden controlar, pero cuándo les felicite la gente ya es otro asunto. A Javier le gusta que lo hagan el 28, pero muchos amigos esperan hasta el día 1 para tomarle el pelo.
Desde 1950 se han inscrito en el Registro Civil de Soria 29 personas nacidas el 29 de febrero. En su DNI lucen con orgullo su fecha real de nacimiento, y también pueden hacerlo en todas las páginas web en las que se registren. Eso sí, incluir el 29 de febrero tiene truco. “Tienes que poner primero el año porque si no da error y se borra todo lo demás”, advierte Mario.
Una puntería perfecta, sólo el 29 de febrero: En una familia noruega hay 3 hermanos 'bisiestos', pero no son gemelos. Su madre dio a luz el 29 de febrero de 1960, 1964 y 1968.
Además de ciencia, los años bisiestos tienen mucha magia y están rodeados de un gran misticismo en la tradición popular. “Año bisiesto, año siniestro”, “año bisiesto, hambre en el cesto”, o “cuando bisiesto el año es, las hojas del olivo se vuelven del revés” son tres de los refranes más ‘esperanzadores’ que les han dedicado. Los más supersticiosos respaldan esta teoría recordando tragedias ocurridas en años bisiestos, como el hundimiento del Titanic (1912). Puede que Napoleón estuviera de acuerdo tras perderlo todo en Waterloo en 1812, y muchos se acordarán del COVID en 2020.
En el polo opuesto se encuentra Reino Unido, donde en años bisiestos pueden ser las mujeres las que pidan matrimonio a los hombres, según una costumbre popularizada en el s. XIX. Además, el 29 de febrero es el Día Mundial de las Enfermedades Raras.
Llegados al final de la fiesta, los cumpleañeros se despiden, hasta 2028, del día que les permite tener dos edades a la vez. A Marisa, Sergio, Mario y Javier les esperan 3 años más de bromas, a cambio de ser socios de uno de los clubes más exclusivos del mundo. Es lo que tiene cumplir de 4 en 4.