Las obras de rehabilitación de la muralla de Soria en el parque del Castillo, que han supuesto la inversión de unos 2 millones de euros, concluirán antes de semana santa para ofrecer a sorianos y visitantes "un atractivo turístico más".
La primera Soria habitó en un castro sobre el cerro del Castillo y sus pobladores eran mudéjares aragoneses que llegaron a esta tierra de la mano de Alfonso I El Batallador allá por el siglo XII. Esta es la principal hipótesis que se desprende de los trabajos arqueológicos derivados de las obras de rehabilitación de la muralla en esta zona de Soria.
Se trata de la principal conclusión de los trabajos relativos a la segunda fase del plan director de recuperación de la muralla de Soria, centrada en el área del parque del Castillo. A punto de concluir la intervención, que contaba con un plazo de ejecución de 18 meses y una inversión de 2 millones de euros, Soria avanza en la reconstrucción de su memoria a la vez que gana un "atractivo turístico más", ha destacado el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez.
Fernando Cobo, arquitecto encargado del Plan Director de la muralla de Soria, ha destacado una intervención arquitectónica de recuperación de los paños de la muralla que "permitirá a todos ser conscientes de que están entrando en un recinto amurallado". La muralla que ahora se puede ver en este parque soriano tan solo es la base de la que en su día existió, el punto mejor conservado corresponde a la puerta de acceso. "Era la zona que estaba enterrada y se han conservado las saeteras y otros elementos defensivos", explica Cobo.
Si esto es interesante, el arquitecto considera que lo más importante son los descubrimientos "científicos" sobre el modo de vida en este castro medieval. Los trabajos arqueológicos han sacado a la luz un barrio industrial "interesantísimo", permiten comprender distintas etapas de ocupación y han servido para localizar el resto inicial de fundación de la ciudad.
La gran incógnita que deberán despejar los investigadores atañe al agua. El barrio industrial localizado en el interior del castro disponía de un complejo sistema de evacuación, pero todavía no se ha logrado averiguar de dónde procedía el líquido al que daban salida. Cobo se ha atrevido a apuntar a la existencia de "fuentes o pozos naturales que no se han localizado".
Carlos Martínez ha recordado la voluntad del equipo de gobierno de continuar el esfuerzo por la recuperación de la muralla: "Queda mucho por descubrir". El Ayuntamiento está pendiente de dos subvenciones, una compete al Ministerio de Industria y serviría para llevar a cabo la rehabilitación del paño de la calle Alberca; la nueva convocatoria del 2% Cultural incluye la culminación de tramo de muralla desde ermita El Mirón hasta la Puerta de Nájera y la segunda fase en el parque del Castillo.
Fernando Cobo ha insistido en la idea de que "la gestión del parque arqueológico del Castillo implique un desarrollo a largo plazo". Ha reconocido que no es prioridad, pero ha apuntado a la necesidad de plantearse qué hacer con el espacio entre las dos murallas y qué partes de las zonas del interior del castro se pueden excavar. Porque, según ha avanzado, "se va a excavar sí o sí el castillo tardío".