Nos colamos en una de las cafeterías más conocidas de Soria capital para descubrir los trucos de sus famosas tortillas. "Las recetas son mías y los clientes se comen todas, no queda ni un trozo", nos cuenta Rosa Quiñones.
Este 9 de marzo se celebra en todo el mundo el Día de la Tortilla de Patata, uno de los platos típicamente españoles que más se consume en nuestro país y que en Soria, con permiso de los torreznos, es la auténtica reina de las barras de bar. No puede faltar en ninguno a la hora del almuerzo, pues un pinchito acompañado de un trozo de pan es todo un manjar nutritivo y redondo.
Hoy nos colamos en una de las cafeterías más conocidas de Soria capital, la Rey Alfonso del hotel Alfonso VIII. Allí nos espera Rosa Quiñones, cocinera y responsable de que el mostrador de apertitivos y almuerzos luzca completamente irresistible. Desde hace 9 años, todos los días elabora decenas de tortillas, pero sus clientes nunca se aburren porque es capaz de elegir los ingredientes perfectos para lograr combinaciones deliciosas y sorprendentes.
Rosa nació en Ecuador y no conoció la tortilla de patatas hasta que llegó a Soria. No obstante, tuvo "el mejor maestro que podía soñar". Con Millán Maroto aprendió todos los trucos de la receta: "Millán te enseñaba con el corazón y no se guardaba ningún secreto, mis tortillas son el resultado de esas enseñanzas", expresa la cocinera.
Con la lección aprendida, ahora es capaz de potenciar su creatividad y el resultado son propuestas, a priori imposibles, pero de sabor soberbio. Se muestra orgullosa de su tortilla de patatas hawaiana (gratinada y con bacon, queso y piña) y asegura que "la imaginación es una de las herramientas indispensables para que el cliente no se aburra". Otras propuestas son, por ejemplo, jamón york y queso, vegetales, espinacas y chorizo, salmón, bacalao, boquerones...
Pero volviendo a lo tradicional, y en nuestra búsqueda de conseguir la tortilla de patatas perfecta, Rosa Quiñones nos advierte: "La cebolla no puede faltar nunca si lo que queremos es que nos quede jugosa". Otro de sus trucos es "no terminar de cuajar el huevo, dejarla un poco tierna porque si no va a verse muy seca". Para cocinarla, mejor a fuego lento porque "si no, se arrebata".