La villa cuenta con la S.D. Ágreda y con el BM Ágreda como referentes. Ambos viven un año de ensueño, luchando por subir de categoría.
Ágreda es sinónimo de deporte. A pesar de contar con poco más de 3.000 habitantes, la localidad vibra con dos clubes que no paran de crecer: S.D. Ágreda y BM Ágreda. Ambos, con más de 100 jugadores en sus distintos equipos, han sabido convivir a la hora de atraer deportistas a sus respectivas entidades.
La ‘Villa de las Tres Culturas’ está de celebración en este 2024 con el centenario de su equipo de fútbol. Presidido por Javier Bajo y por su directiva desde 2019, la S.D. Ágreda ha sabido reinventarse para capear el temporal de la pandemia, época en la que se fueron muchos de sus jugadores y en la que descendieron a la Segunda Regional de Aragón, para mantener viva la llama del fútbol. “Para nosotros, lo importante es seguir sacando equipos en el fútbol base y que la gente pueda continuar disfrutando de está práctica en el pueblo”, afirma el máximo responsable del club.
Con ese objetivo, los dirigentes agredeños han conseguido en tres años “renacer”. Desde su entrada, la entidad ha pasado de tener dos combinados, el senior y el regional, con 30 integrantes, a disponer de cinco conjuntos oficiales y de un prebenjamín que no compite, con más de 130 futbolistas. No obstante, para sacar adelante esta estructura, todos los miembros del equipo han tenido que arrimar el hombro, sacándose varios de ellos el título de entrenador para dirigir a las escuadras base.
Asimismo, para que todo esto tenga sentido, y para que los cuadros de la cantera dispongan de la posibilidad de competir, el club debe mantener con vida a su equipo senior, según una normativa de la Real Federación Aragonesa de Fútbol.
Después de atravesar malos momentos, su primer equipo lucha esta campaña por regresar a Primera Regional gracias a personas como su capitán, Pablo Calavia. Con más de 13 temporadas a sus espaldas defendiendo el escudo de los de La Arquilla, este fue una pieza clave para convencer a otros compañeros de volver al verde: “Al final, somos todos del pueblo y tenemos una gran conexión”. De esa forma, con este cóctel, los agredeños pelean por finalizar entre los cuatro primeros, situación que les permitiría entrar al play off. Tras una primera vuelta espectacular, estos están pasando por un pequeño “bache” en el que “nos hemos creído que teníamos todo hecho y no; debemos de ser conscientes de que hay que salir a tope en los partidos que quedan”.
Posteriormente, en caso de acceder a la fase de ascenso, los agredeños buscarían conseguir un salto de categoría que para Calavia “significaría quitarme la espinita del descenso”. Eso sí, todo habría que hablarlo entre jugadores y directiva. “Queremos conocer los deseos de nuestros pupilos y pensamos que no debemos de fastidiar a los juveniles de cara al curso que viene”, finaliza Javier Bajo.
El balonmano es el otro deporte referencia de la localidad desde hace 20 años. Juan Carlos Vera, presidente del BM Ágreda y entrenador del conjunto senior femenino, ha trabajado concienzudamente para estabilizar a una entidad que en estos instantes dispone de seis equipos (femeninos, masculinos y mixtos) con más de 100 jugadores. Alcanzar esa cifra no ha sido nada fácil, más si se tiene en cuenta que toda esta historia comenzó con una escuadra de tan solo 14 jugadoras. Desde entonces, independientemente de la tendencia a la baja que sufre el medio rural, los jóvenes del pueblo no han parado de apuntarse a esta aventura: “Es cierto que los pueblos vamos a menos y que es complicado mantener el nivel. Sin embargo, estamos muy contentos porque los agredeños consideran a este deporte como una forma de vida”.
Respaldados por esa respuesta, el BM Ágreda tiene como principal estandarte al equipo senior femenino que milita en Primera Nacional de Aragón. Con varias ligas en sus estanterías, ‘Las Guerreras del Moncayo’ han sido unas habituales en las últimas Final Four de su grupo, fase por la que también luchan este año. Después de un comienzo irregular, con numerosas lesiones, las agredeñas le han cogido el pulso a la competición, ganando a sus principales rivales por el título y asentándose en las primeras posiciones de la tabla. Satisfecho con esos resultados, Vera manifiesta que, “aunque cada año sea más complicado, nuestro objetivo es avanzar a la promoción; luego allí queremos competir contra las mejores”. En ese sentido, su capitana se muestra optimista con un final de campaña en el que “podemos ganar a cualquiera si alcanzamos nuestro mejor nivel”.
Con una plantilla conformada por jugadoras de la villa, a excepción de una balonmanista riojana, estas quieren dejar a un lado el mal recuerdo de 2020. En aquel curso, las de Vera se convirtieron en un combinado temible, alzando el título de Aragón y soñando con el ascenso a Plata. En cambio, el Covid paralizó todo e impidió que estas pudieran luchar en la Final Four y en una más que probable Fase de Ascenso (las campeonas de la promoción aragonesa van a un play off de ascenso que se disputa a nivel nacional). Conocedoras de sus limitaciones, principalmente presupuestarias, las agredeñas son conscientes de la dificultad de repetir la misión: “La realidad es que hay mucho nivel. Pero, oye, si estamos ahí, ¿Por qué no? Iríamos a dar el máximo y sin la obligación que tenemos en la liga regional”.
Abarcando esa realidad económica, Vera hace hincapié en la importancia de todos los jugadores y de sus familias. Sustentado por ellos y por las empresas locales, el BM Ágreda pretende seguir siendo, junto con la S.D. Ágreda, el motor deportivo de un pueblo que respira cada fin de semana fútbol y balonmano por los 4 costados.