La Niña del Moncayo ha rendido hoy homenaje a la leyenda más importante de su historia. Se dice que en 1474, el conde de Medinaceli quemó una torre o fortaleza en la que los olvegueños se defendían contra la imposición de pertenecer a ese señorío. El suceso causó numerosas víctimas mortales, y los fallecidos fueron enterrados en la ermita de Los Mártires (de ahí su nombre). Los olvegueños lo han recordado hoy con una conferencia seguida de la 'quema del castillo', momento central de esta celebración.