El tramo afectado es la parte no asfaltada entre el templo de Santa María y el cementerio.
La Comisión de Patrimonio Cultural ha autorizado, con prescripciones, las obras de acondicionamiento de acceso al entorno de la iglesia de Santa María, en Caracena, promovidas por su Ayuntamiento.
La actuación se sitúa dentro del Conjunto Histórico de Caracena y el tramo afectado es la parte no asfaltada entre la calle Santa María y el cementerio del templo.
La autorización conlleva las siguientes prescripciones técnicas: se deberán mantener las rasantes existentes, poniendo especial cuidado en no elevar la calzada excesivamente sobre el nivel del suelo. La zona de actuación tiene una base rocosa sobre la que no se deberán verter las capas de hormigón directamente, dado que provocaría una alteración de rasantes, que no fue autorizada en el proyecto presentado en 2020.
Por otro lado, el rebaje que se lleve a cabo en la zona rocosa deberá ser acordado con los técnicos del Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte. En todo caso, se evitará que la calzada termine en un escalón al llegar a la puerta del cementerio, asegurando la accesibilidad como se justifica en el proyecto; en base al acuerdo de la Comisión Territorial de diciembre de 2020, lo más oportuno es plantear una intervención general considerando el Conjunto Histórico como una única entidad.
El proyecto recoge una propuesta de intervención que no se ajusta al diseño de la pavimentación realizada en la calle Estrella. Para mantener una concordancia en materiales y diseño, sería aconsejable que se mantuviese el diseño de guijarro y hormigón en todo el trazado. Si se desea mantener el diseño presentado con una banda de rodadura en hormigón, los laterales se realizarán en guijarro, no con adoquines; con objeto de tocar lo menos posible la roca natural, se integrarán los volúmenes de roca que sobresalgan sobre el nivel del nuevo viario, siempre que no afecten a la zona de rodadura (en la zona marcada en los planos como adoquinada); en caso de que la ejecución del asfaltado produzca una pendiente hacia la iglesia, se tratará para evitar que las aguas vayan hacia sus muros.
En el mismo expediente, la comisión ha acordado no autorizar el nuevo murete. En este espacio se mantiene un muro curvo que marca el paso hacia las eras, situadas en la parte posterior de la iglesia y el muro planificado rompe el giro de acceso a las eras, que conservan un empedrado de interés etnográfico. En todo caso, se podrá consolidar el muro existente sin alterar su geometría.