El alcalde señala que la próxima semana habrá una reunión para abordar el plan de estabilización y se marca como objetivo que la nueva RPT este antes del verano. Señala que la reforma laboral les ha retrasado y habla de unas mejorsa laborales "sin abuso". Critica a Vox por unirse a la concentración mientras llama chiringuitos a los sindicatos.
El alcalde de Soria ha asegurado que tiene “voluntad clara de diálogo” y que esta tiene “carácter permanente” en respuesta a la concentración en la jornada de ayer de cerca de un centenar de trabajadores reclamando contra la política en materia de personal del consistorio.
Carlos Martínez Mínguez se ha marcado un calendario con “tres hitos”, el primero de los cuales es a corto plazo. Tras un “intercambio de documentos” asegura que la próxima semana habrá una reunión para “negociar las bases de la estabilización de los trabajadores”. Son 79 los trabajadores municipales que pasarán, por su antigüedad, a ser considerados funcionarios en cumplimiento de una ley nacional.
Con un horizonte más amplio el equipo de gobierno se plantea una “RPT consensuada” a la que tienen como objetivo llegar “ojalá antes del verano”. Una relación de los puestos de trabajo en la casa que “atienda a las nuevas necesidades” y “ponga el foco en la mejora de los servicios a la ciudadanía”.
Mínguez ha señalado que la ciudad tiene ahora más espacios y más servicios. Sobre el retraso de esta nueva RPT, largamente comprometida por los socialistas, el alcalde indica que “llevamos mucho tiempo trabajando en ella” y señala que las nuevas condiciones que marca la reforma laboral del gobierno central han generado” mayores dificultades de adaptación de las que preveíamos”. A ello se suman “diversas bajas” que generan “el mayor volumen de trabajo que estamos sufriendo ahora mismo”.
La tercera fase, sería la negociación del convenio, abarcando retribuciones, permisos y otros derechos laborales. En este sentido, aunque ha reconocido que hay cosas que no se cumplen ha recordado a los sindicatos que otras se “sobrepasan”, señalando que cuando el PP obligó a volver a las 40 horas semanales el consistorio mantuvo las 35.
Mínguez ha reiterado que los trabajadores municipales tienen un “buen convenio” y que se partirá de ahí para negociar “unas mejoras ajustadas a la realidad económica de la casa” y que permitan “garantizar la prestación de los servicios”. Así, el socialista habla de un “equilibrio en las mejoras de las situaciones laborales, pero sin abuso”.
El Comité de Empresa (representantes de los trabajadores laborales) y la Junta de Personal (en representación de los funcionarios) reclaman que el consistorio cumpla y actualice el convenio laboral y que disponga una nueva Relación de Puestos de Trabajo ya que la actual tiene casi una década, aunque debería actualizarse año tras año.
El alcalde ha señalado que hay “voluntad de enmienda” por el equipo de gobierno en una tarea que ya ha reconocido en anteriores ocasiones como uno de los debes del equipo municipal. Mínguez ha pedido “no poner el foco en el nuevo asesor” porque “él no tiene que ser el enlace con la parte sindical”
El alcalde si rechaza de plano las acusaciones de “privatización” y “externalización” de los servicios públicos municipales que “por puro convencimiento propio”. Mínguez, reconocido por su vertiente sindicalista, señala que su equipo de gobierno “está en las antípodas del modelo de tirar por lo privado”. Señala que se ha apostado por espacios culturales de gestión directa, modernización de las instalaciones y una cartera de servicios donde no se incluye la gestión indirecta.
Por último, el alcalde ha criticado la suma de Vox y PP de ayer a la concentración. “Es la foto de la vergüenza”, señala recordando que son “quienes llaman chiringuitos a los sindicatos y cuestionan su existencia”. Por eso lamenta que un partido como Vox use “las legitimas reivindicaciones de los trabajadores” para deteriorar la imagen municipal y lamenta que no fueran recriminados y expulsados de la concentración.