El capitán celeste, muy bien acompañado por familiares, jugadores del Grupo Herce e integrantes del Ayuntamiento, ha recalcado que se marcha "siendo terriblemente feliz". Tras su retirada de las pistas, no ha descartado seguir vinculado al club.
El voleibol soriano llora la retirada de Manu Salvador. Después de 20 años al más alto nivel, el capitán del Grupo Herce ha anunciado de manera oficial su despedida sobre la pista de Los Pajaritos. Acompañado por sus compañeros de equipo, de su cuerpo técnico, del Ayuntamiento y de su familia, el jugador celeste ha puesto punto y final a una carrera llena de éxitos.
Antes de tomar la palabra el protagonista de la jornada, el presidente del Río Duero, Alfredo Cabrerizo, ha querido tener unas palabras de agradecimiento hacia esta leyenda del deporte soriano. Con lágrimas en los ojos, el máximo representante ha recalcado que jamás se olvidará del momento en el que “Manu me dijo que continuaba con nosotros; sin ese empujón, difícilmente podríamos haber salido adelante”.
Por ello y como “parte fundamental del club”, la directiva ha propuesto la retirada del dorsal número 2 “para que nadie más vuelva a llevarlo”.
El acto ha continuado con un vídeo emotivo, rodado a modo de película, que ha repasado toda su trayectoria deportiva, sacando las lágrimas a más de uno de los presentes. Con las emociones a flor de piel, ha llegado el momento de que Manu Salvador se despidiera de una carrera que le ha llevado a ser uno de los mejores jugadores del país.
Recordando sus inicios en Coslada, el flamante capitán del Río Duero ha rememorado el día en que José Miguel Serrato le llamó para enrolarse en las filas del Numancia. “Nunca fui el mejor jugador, pero sí el más cabezón. Para mí es un auténtico honor el haber estado tantas temporadas en el lugar con más años en Superliga”, ha manifestado.
Seguidamente, ha agradecido a todos sus directivos, entrenadores y compañeros el trato que le han dado a lo largo de estas dos décadas. De la misma manera, poniéndole un poco de humor al acto, ha pedido perdón a los árbitros por las protestas de estos años. Tampoco se ha olvidado de la prensa, dándole las gracias por la relación que “hemos mantenido”.
La afición también ha tenido un papel muy destacado: “No somos la entidad con más presupuesto, pero la comunión con la grada es increíble. La importancia que tiene en el juego no se la puede imaginar nadie. A partir de ahora seré uno más animando al equipo en la grada”. En ese sentido, Salvador no ha descartado continuar vinculado al Río Duero. En los próximos días mantendrá una reunión con Cabrerizo y con Toribio para dilucidar cuál podría ser su papel a partir de la próxima temporada.
Tras más de 600 partidos con la elástica celeste, no ha podido aguantar las lágrimas cuando ha tenido que despedirse de sus compañeros. Enumerando numerosas “batallitas”, Salvador se ha mostrado muy orgulloso por el crecimiento de los más jóvenes y por la implicación de los jugadores de fuera: “Os reto a que superéis mis 20 años. Si no, siempre nos veremos en Valonsadero. Todos sabéis que la fortaleza de este club es que siempre estamos juntos”.
Por último, el capitán ha tenido unas palabras de agradecimiento para una familia que siempre le ha apoyado. Con sus padres, su hermana y su mujer presentes en Los Pajaritos, este ha incidido en la importancia de sus seres queridos: “Sé que aguantarme no ha sido nada fácil, más después de cada entrenamiento”.
Con todo ello, Manu Salvador ha finalizado su comparecencia, afirmando que “tenía claro que este era el momento, dado que estos últimos años me ha sido muy difícil compaginar el voleibol con el Ayuntamiento”. No obstante, ese sufrimiento ha merecido la pena “ya que hemos vuelto a estar entre los grandes, marchándome siendo terriblemente feliz”.