Se está planteando un anteproyecto para realizar también una intervención en el interior del edificio con el objetivo de aprovechar las instalaciones, así como de convertirlo en un eficio de consumo energético cero.
El teatro cultural San Agustín ha acogido la presentación de su nueva fachada principal restaurada a la que han podido asistir los vecinos de El Burgo de Osma.
Los trabajos han sido desarrollados por el Ayuntamiento de El Burgo de Osma que ha aportado 125.000€, más los 16.637€ de la redacción del proyecto, con el apoyo de las Junta de Castilla y León, que aportó 280.000€ y la Diputación Provincial de Soria, que aportó 100.000€.
La obra fue dividida en tres fases que se desarrollaron durante seis meses, “comenzó el 2 de octubre con la instalación de los andamios y finalizó el 14 de abril, una intervención rápida para molestar lo menos posible a los vecinos”, ha afirmado Antonio Pardo, alcalde de El Burgo de Osma. . En este medio año se ha procedido a poner a punto las cubiertas del edificio, así como a la limpieza de la piedra de la fachada, que contaba con afecciones complicadas que influían es las esculturas. Igualmente, estas labores se han centrado en la iluminación con el fin de conseguir una instalación más estética y moderna. Por otro lado, se han recuperado algunos de los elementos originales que formaban parte del antiguo hospital, como es el caso de los pedestales que franqueaban su puerta.
Según ha contado el arquitecto municipal, Javier Serrano, las incidencias así como las soluciones que se han realizado durante la intervención en el edificio han sido varias. La primera dificultad que encontraron fue que no había una planimetría para realizar los trabajos. También las oquedades, manchas y fracturas “que eran las más preocupantes”, ha afirmado. “El problema aquí era que la piedra no ha aguantado la carga y por eso se han producido estas fisuras, aún así lo hemos podido solucionar sin problema”, ha añadido.
Otro de los problemas que afectaban al mantenimiento de la misma eran los elementos ajenos, tales como “los herrajes para la luz, las cuñas, las grapas, los cargaderos o los dinteles, que se comían la piedra”. Debido a ello, ha habido elementos que “fue necesario eliminarlos para restaurarlos, limpiarlos y volver a colocarlos”. Una tarea que Serrano pensaba que iba a ser menos cuantiosos, sin embargo, cuando comenzaron con las obras el volumen de saneamiento fue mucho mayor al esperado.
Por otro lado, también tuvieron que realizar la reconstruir la esquina de la torre izquierda, así como la pilastra de la entrada al antiguo hospital. Otra de las modificaciones que se han realizado ha sido “la retirada de piezas rotas y la sustitución de las mismas por piezas nuevas, así como la instalación de fijaciones y anclajes en la torre, o la restauración de la madera dañada mediante la limpieza, el fijado, el tratamiento, el color y el tono”.
En lo que respecta a la limpieza de la piedra, que se encontraba anteriormente de un color negrizo, se ha realizado con silicato de aluminio, debido a que esta técnica permite conservar los restos de policromías.
La cubierta también se ha sometido a mejoras, pues las tejas que estaban rotas se han cambiado por unas nuevas.
Así mismo, y para embellecer todo este trabajo aun más, se ha procedido a la instalación de la iluminación, centrada especialmente en las figuras y símbolos que componen dicha fachada. Además, y según ha indicado “cuando se realice la nueva instalación de luces en la plaza Mayor del municipio, estamos pensando en darle una menor intensidad para que destaque San Agustín”.
Con todo este trabajo hecho en este edificio de estilo barroco de finales del siglo XVII, y “con el fin de evitar que factores externos, tales como el posado de las palomas, se han instalado mallas, sedal y púas, estas últimas en zonas estratégicas para que no se aprecien a simple vista”.
Según ha indicado el arquitecto municipal ya se está planteando un anteproyecto para intervenir en el patio interior, debido a que “ahora mismo no es utilizable debido a que en invierno hace mucho frío y en verano mucho calor”.
El objetivo va encaminado a que se convierta en un “edificio cuyo consumo energético sea cero”. Para ello el planteamiento sería crear unos casetones a los lados del salón, “que estarían apoyados sobre los muros gruesos e incorporando un vidrio solar en el techo con recogida de aguas por canales que se aprovecharían para el riego.”