La Diputación provincial le ha hecho entrega de una placa conmemorativa y del pergamino que contiene su acta de nacimiento, hace ahora un siglo, en la misma localidad que le vio nacer, y el ayuntamiento le dado un obsequio en nombre de toda la corporación.
Alfonso García Millán ha celebrado hoy sábado su cumpleaños especial, al llegar a los cien años, aunque él nació en Noviercas tres días antes, el día 22 de mayo de 1924. Un cumpleaños rodeado de sus familiares más cercanos, hijos, nietos, bisnietos y de vecinos de la localidad que no han querido perderse este homenaje.
Hijo de David y de María, Alfonso ha vivido y trabajado toda su vida en Noviercas, realizando, desde muy joven, las labores del campo hasta convertirse en agricultor, donde realizaba las técnicas de secano habituales en estas tierras, manejando maquinaria desde épocas muy tempranas, y con una gran capacidad de adaptación y sacrificio, al tener un accidente a los 36 años donde perdió parte de su pierna, circunstancia que no le hizo rendirse nunca. Los padres de Alfonso tuvieron cinco hijos e hijas de los cuales, tres de ellos, según nos cuenta, ya fallecieron.
Alfonso contrajo matrimonio con Felisa Jiménez en el año 1949, estando más de 70 años juntos. Desafortunadamente, su mujer falleció en el año 2018 a la increíble edad de 94 años. A nuestro centenario siempre le ha apasionado la lectura desde muy joven, siendo usuario habitual del bibliobús de la Diputación.
Otra de sus grandes aficiones es jugar la partida de cartas con sus familiares y amigos, donde su carácter afable, abierto y bromista, hace que estos ratos sean más divertidos.
Es una persona generosa que lo ha dado siempre todo por su familia, a la que está entregado. Le encantan los niños, y se atestigua con su estrecha relación con sus 8 nietos y 2 biznietos, nada menos, y, aunque tiene un carácter calmado y tranquilo, su inquietud por el conocimiento y la cultura es muy significativo, dándole mucha importancia a estar bien informado.
Alfonso tiene seis hijos e hijas en la actualidad, llamados Carmen, Inmaculada, Miguel, Alfonso, Cruz y Monserrat, que visitan a nuestro centenario habitualmente en la casa donde vive desde que se casó. La compañía por parte de ellos nunca le falta.
Su carácter calmado, su pasión por la lectura y por potenciar continuamente su conocimiento, así como su buen humor y amabilidad, quizá sean el secreto de su larga y próspera vida.
¡Muchas felicidades, Alfonso, ¡y que cumplas muchos más!