El Burgo de Osma ha lucido más bello, si puede, que nunca. Ha sido gracias a los 3.000 metros cuadrados de alfombras florales que han decorado las calles principales del municipio, desde la catedral hasta la plaza Mayor. Un espectáculo artístico que no se han querido perder decenas de vecinos que han acompañado a los otros grandes protagonistas, los niños que han tomado su Primera Comunión este año, y que han paseado sobre ellas.