Mañana radiante la de este sábado, día del Lavalenguas en estas fiestas de San Juan. Valonsadero, ya muy concurrido a primera hora, ha albergado la suelta de los novillos para ser encerrados por jinetes y aficionados a pie de cara al festejo de la tarde. Más de algún susto han dado los astados, que se han mostrado correosos y poco gobernables. Al menos tres caballos sufrían puntazos mientras que otro caballista no podía controlar a su montura desbocada llevándolo a estamparse contra uno de los muros de los corrales. Finalmente era trasladado al Santa Bárbara. Los novillos han ido entrando de manera solitaria a los corrales en la mayoría de los casos siendo los sanjuaneros a pie quienes han cobrado protagonismo en estas labores de conducción del ganado. Uno de los miembros de la camada, quizá el más arisco y bravo, ha sido embarcado en camión. Fiesta taurina y campestre en el monte, a la espera de aumentar su intensidad esta tarde.