Las previsiones meteorológicas parece ser que se cumplen: viento y agua en los prolegómenos de la tienta. Y algún rayo.
Los avances en las previsiones meteorológicas, cada vez más confiables. Ahora es cuestión de hablar del término parámetros, que actualmente se mezclan en una olla invisible, los cuales, finalmente cocinados mediante las benditas nuevas tecnologías y la tan en boca de la llamada inteligencia artificial, se convierten en los llamados algoritmos.
Así ha sucedido esta tarde del sanjuanero Lavalenguas, pasadas las tres, cuando la lluvia, airosa y tormentosa, ha aparecido en un vermú que es siempre, torero -de todos modos- en Valonsadero.
El agua ha caído generosa en el monte, llevando a cientos de concurrentes a refugiarse bajo toldos de los chiringuitos para ver si amainaba el temporal. A la espera, pues, de que amaine, algo que los modelos meteorológicos no coinciden totalmente a partir de las siete de la tarde, hora oficial que da paso al Lavalenguas.
La persistencia en las precipitaciones no lleva, según ha podido saber Soria Noticias, a la suspensión del festejo, aunque se baraja la posibilidad de la suelta conjunta de los novillos y el sorteo que empareja los erales de plaza y monte puede ser celebrado en la capital.