Loboloco" es el nombre de la nueva banda que está revolucionando la escena musical con sus versiones de pop-rock de los años 80 y 90. Lo que comenzó como una serie de casualidades en un festival en agosto de 2023 se ha convertido en un fenómeno musical. La banda ha atraído a numerosos seguidores en las comarcas de Pinares y la Demanda burgalesa, destacándose por la pasión y energía que transmiten en cada una de sus presentaciones.
Lo que comenzó siendo una reunión de amigos se ha convertido en una de las bandas de versiones pop-rock de los años 80 y 90 más seguidas de la comarca de Pinares y la Demanda, a caballo entre Soria y Burgos. Los orígenes de este grupo son tan diversos como fascinantes. Algunos de sus miembros provienen de Espejón, un pintoresco pueblo situado en la comarca de Pinares, en la provincia de Soria. Otros integrantes son oriundos de los encantadores pueblos burgaleses de Huerta de Rey y Arauzo de Torre.
La historia de este grupo soriano-burgalés comenzó gracias a una serie de casualidades. Para entender sus inicios, debemos remontarnos a agosto de 2023, cuando en Arauzo de Torre se celebró un festival de música llamado “TorreMIFASOL” y se formó el grupo “Torrock&roll”. En septiembre del mismo año, fueron invitados a tocar en un cumpleaños, evento en el que se reunieron varios miembros del grupo original: Rafael Molinero (voz y guitarra), Gorka Rubiales (bajo y guitarra), y Marcos Hernando (teclado). Se incorporaron también nuevos integrantes: Santiago Molinero (guitarra acústica), Andrés "El Argentino" (guitarra eléctrica), Luis Ángel Martínez (guitarra eléctrica), Elías Molinero (batería) y José García (bajo). El equipo quedó completo con Michel y Carlos, los técnicos de sonido que garantizan la mejor calidad en cada presentación.
Meses más tarde, en Navidad, surgió el nombre “Loboloco” gracias a un grupo de WhatsApp. El administrador del grupo lo denominó así, quizás haciendo un guiño a Huerta de Rey, donde los habitantes son cariñosamente llamados "lobos".
Lo que inició como una mera casualidad se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más reconocido en la comarca de Pinares de Soria y en la Demanda burgalesa. Con el paso del tiempo, el grupo ha ido ganando fieles seguidores, y quizás sea por eso por lo que sus integrantes destacan la importancia de "Loboloco" en sus vidas. Como expresó uno de ellos: "Loboloco nos ha brindado la oportunidad de disfrutar de la música en directo, pero también nos ha enseñado a improvisar y hacer frente a los imprevistos, como en nuestra última actuación, cuando empezó a diluviar y tuvimos que reaccionar y adaptarnos sobre la marcha. Pero, sobre todo, nos llena de ilusión saber que este proyecto, que surgió de la casualidad, está prosperando y que podemos aprovechar todo el cariño e ilusión que nuestro público nos brinda".
Si hay algo que distingue a este grupo, es su estilo musical único y la esencia que transmiten a través de su música. Como nos cuenta uno de sus integrantes: "En un principio, nuestro repertorio original constaba de unas 25-30 canciones. Para ello, Luis Ángel y yo, Rafa, nos reunimos para seleccionar qué canciones podríamos tocar y cómo. De esa selección inicial surgieron 13-14 temas, a los que luego se fueron sumando más. Algunas de estas canciones provienen del repertorio del grupo de Arauzo de Torre. Todas ellas se van introduciendo en nuestro repertorio a medida que se adaptan a nuestras voces y a nuestros instrumentos, ya que algunas canciones permiten cambios mientras que otras requieren una fidelidad mayor a su estructura original."
En el panorama actual, dedicarse exclusivamente a la música es un desafío considerable, ya que encontrar un lugar en la industria musical puede resultar complicado. "Las oportunidades son limitadas", señala Gorka, bajista y guitarrista del grupo. “Aunque los locales para ensayar son accesibles, las facilidades y oportunidades de proyección son mínimas”. Gorka sugiere la necesidad de más conciertos y concursos para dar voz a los grupos emergentes. Del mismo modo también destacan que “a pesar de los desafíos de la industria musical, hay que disfrutar de la experiencia y a verla como una plataforma para crecer y evolucionar” asienten.
A pesar de estos obstáculos, el apoyo de los ayuntamientos de sus respectivos pueblos ha sido fundamental. Gorka destaca especialmente el respaldo brindado por la asociación cultural de Torreñuela, que ha contribuido significativamente al desarrollo del grupo.
Los inicios de este grupo, a pesar de su naturaleza casual, han sido verdaderamente significativos. Vale la pena mencionar a Elías, el baterista y el miembro más joven del grupo, cuyo talento lo ha convertido en una especie de estrella entre los jóvenes seguidores. A pesar de que todos los componentes del grupo, Rafa señala que, "todo este proyecto cuenta con el invaluable aporte de Michel, nuestro técnico de sonido, sin el cual nuestra música no sonaría igual, él se dedica profesionalmente a ello ha sido téncio de sonido de grupos como Loquillo. Sin él este proyecto no podría salir adelante, él posiblemente sea la pieza fundamental".
Las actuaciones de este grupo no han estado exentas de desafíos. Muchas de ellas han experimentado cambios debido a la climatología, pero a pesar de ello, todas han dejado un recuerdo imborrable. Desde los escenarios en territorio burgalés hasta su última presentación en la provincia de Soria, lo que más destacan es el momento en el que se dieron cuenta de que estaban alcanzando a un público más amplio: "Pasamos de ser un grupo de amigos a ver a mucha gente mover la cabeza y bailar. Fue increíble darse cuenta de que esto ya no era solo una reunión entre amigos, sino que estábamos empezando a conectar con la gente".
El progreso inesperado de este grupo y su crecimiento no habrían sido posibles sin su fiel público. Todos los integrantes reconocen que la respuesta de la gente ha sido increíble, tanto por parte de los burgaleses como de los sorianos. A pesar de las complicaciones climatológicas que han enfrentado en cada actuación, siempre han contado con su leal séquito de seguidores para aplaudirles y apoyarles incondicionalmente. "Se improvisa, se toca donde haga falta, incluso dentro del local", destaca Rafa, recordando las palabras de Michel. "Pero no es muy común que haya tanta gente de Huerta y Espejón siguiéndonos", agrega, sorprendido por el apoyo recibido por parte de su comunidad.
Las raíces sorianas florecen en este grupo y una de las canciones más deseadas por el público es "Camino Soria", “es más que una canción para nosotros, es un vínculo emocional con nuestra tierra natal. Cada vez que la interpretamos en nuestras actuaciones, sentimos una conexión profunda con nuestras raíces y con los momentos que hemos vivido en esta provincia. Para mí, en particular, esta canción despierta recuerdos entrañables de mi juventud y los cuatro años que pasé en Soria cuando estudié la carrera. Sin embargo también ha sido la mera coincidencia entre el título de la canción y mi experiencia personal añade una capa adicional de emoción a cada nota que tocamos", afirma Rafa.
El ascenso de Lobolocos es innegable, con oportunidades tentadoras como participar en el festival "Huerta Sueña" en el hoario matinal y su postulación al prestigioso "Boinafest", los miembros del grupo aseguran que prefieren tocar en lugares pequeños, donde se encuentran con su gente. Sin embargo, la incertidumbre sobre su futuro se cierne debido a la diversidad de orígenes de sus miembros y sus compromisos fuera del grupo, laborales y académicos. A pesar de ello, están decididos a evolucionar hacia un terreno más profesional y perfeccionar su arte, incluso si eso implica una reestructuración y la actualización de sus instrumentos.
Con dos bajistas, varios guitarristas y un deseo ardiente de crecimiento y complementariedad están dispuestos a experimentar y explorar juntos cómo mejorar. “Estamos inmersos en el proyecto de versionar canciones de artistas reconocidos, porque crear temas propios implica una transformación profunda del grupo” afirman. Por ello, observan cuidadosamente la respuesta del público a sus interpretaciones, experimentando con su repertorio para descubrir qué funciona mejor.
Una anécdota memorable destaca la conexión especial entre Lobolocos y su audiencia, como cuando la gente insistió en escuchar "Perlas Ensangrentadas" en un concierto, convirtiéndola en un himno espontáneo que resonó toda la noche en Huerta de Rey. A pesar de los desafíos de la industria musical, brindan consejos sabios a los jóvenes músicos, alentándolos a disfrutar de la experiencia y a verla como una plataforma para crecer y evolucionar.
Para Lobolocos, la música no es simplemente una profesión; es una pasión compartida que enriquece no solo sus propias vidas, sino también las de quienes tienen la suerte de escucharlos. Sueñan con llevar su arte a lugares emblemáticos como las canteras de Espejón en Soria, donde cada nota resonaría con la historia y la belleza del entorno.
Sin embargo, su búsqueda va más allá de los escenarios grandiosos y los festivales prestigiosos. Lo que realmente los impulsa es la oportunidad de conectar con su público de una manera profunda y significativa. En cada actuación, en cada nota, Loboloco busca crear un vínculo con aquellos que escuchan su música, inspirando emociones y recuerdos que perdurarán mucho después de que las luces del escenario se apaguen.
Porque para ellos, el verdadero triunfo no radica en la fama o el reconocimiento superficial, sino en la capacidad de hacer que su audiencia se entregue por completo a la experiencia musical, dejándose llevar por la pasión y la energía que transmiten. Es en este intercambio de emociones y energía donde Loboloco encuentra su mayor satisfacción y donde continúan escribiendo su historia musical con determinación y pasión, sabiendo que el impacto que dejan en su público es lo que realmente cuenta.