Su actual presidente afirma que hay un 95% de posibilidades de que no salga el equipo en la Provincial. La única solución: Gente que se eche a las espaldas a la entidad y veteranos que puedan liderar al equipo desde el césped.
Como viene siendo habitual en los últimos veranos, un equipo soriano de la Liga Provincial está en serio riesgo de desaparición. En esta ocasión, el Castroviejo, combinado de Duruelo de la Sierra, está a punto de echar la persiana y de no salir a competir esta temporada en la liga soriana.
Según explica su presidente, Miguel Martín, en estos momentos existe un 95% de posibilidades de que esto suceda: “Después de tantos años en el cargo me cuesta enviar el correo a la Federación, informando de que nos borramos. No lo asimilo, pero tenemos que ser realistas”.
En ese sentido, el máximo representante de la entidad pinariega explica que la única solución que podría cambiar la situación es la llegada de alguien que quiera tirar del carro y de veteranos que ayuden a los chavales en el terreno de juego: “Este curso se marchaban todos los mayores y solo nos quedábamos dos con los jóvenes. Estamos cansados y es muy difícil tirar del carro. Tenemos problemas para entrenar porque poca gente vive en el pueblo”. A tal efecto, incide en que antes jugaban por disfrutar, mientras que ahora “la liga se está volviendo muy competitiva y tampoco estamos por la labor de ir a sufrir cada sábado”.
No obstante, no está todo perdido. Martín afirma que, si alguien se ve con fuerzas de liderar el proyecto, él dará un paso al lado para que el equipo salga adelante. En esa dirección, quiere destacar el papel de unos jugadores jóvenes que salvaron al equipo de la desaparición la temporada pasada y que han dado la cara este año en todos los terrenos de juego
Antes de terminar, el presidente afirma que numerosos equipos están llamando ya a los futbolistas para contar con ellos. “La gente es sabedora de nuestra situación. Es normal que alguno de ellos no quiera esperar más y se marche”, manifiesta.
Duruelo de la Sierra permanece expectante por ver cómo finaliza la historia, dado que los partidos del Castroviejo son una de las principales ofertas de ocio de la localidad durante los fines de semana invernales.
“Los jóvenes se lo han tomado mal. Es el equipo de su pueblo y el lugar en el que siempre han querido jugar. El ambiente está raro hasta que no se sepa que pasa. Es un poco triste”, expresa Miguel Martín.
De esa manera, con el tiempo en contra, el pueblo pinariego se aferra a un milagro y a que alguien tome los mandos del Castroviejo para que su equipo no desaparezca y para que sus vecinos puedan disfrutar cada 14 días el club de sus amores.