Lluís Carrasco y Formiguera plasmó gentes, tradiciones, costumbres y esencia de Atauta (pedanía de San Esteban de Gormaz) durante el mes de agosto de 1948. Gracias al esfuerzo colectivo de particulares e instituciones estas fotografías, que forman un "precioso legado", se conservarán y dejarán constancia de una época para recordar.
Recordar y preservar del olvido el pasado ha sido tradicionalmente una de las grandes obsesiones de generaciones y pueblos. Actualmente esta tarea resulta sencilla, pues la tecnología se ha puesto al servicio de la sociedad con cámaras asequibles y smartphones que lo permiten casi todo.
Hace casi un siglo esto no era tan fácil, y se complicaba más aún en los pequeños pueblos de la España interior. Por ello, el descubrimiento de la labor de Lluís Carrasco y Formiguera constituyó todo un obsequio para la soriana localidad de Atauta, pedanía de San Esteban de Gormaz.
Este médico de Barcelona se desplazó a la provincia de Soria durante el mes de agosto de 1948 y, amante de la fotografía y curioso por naturaleza, se dedicó a capturar todo aquello que le resultaba de interés. Así, inmortalizó gentes, tradiciones, costumbres y esencia de este pequeño rincón de la ribera del Duero soriana; generando un "precioso legado" para el futuro de sus vecinos.
Una herencia que ahora se puede contemplar al completo en el Archivo Histórico Provincial de Soria. Allí se guarda una exposición reunida gracias al esfuerzo colectivo de particulares e instituciones y que resulta atractiva tanto por su contenido como por el soporte que las ha conservado: placas de cistal de fotografía estereoscópica. Material que permitía ver una imagen en tres dimensiones empleando un visor.
Estas placas de cristal son propiedad de Marisa Tofé Hortego. Su abuelo se las regaló en una caja de zapatos después de comprar en los años 70 la vivienda en la que se había hospedado Lluís Carrasco durante el verano de 1948. Ella intentó "escanearlas durante la pandemia" y, "de forma muy rudimentaria", salieron a la luz imágenes de un rico e interesante pasado en Atauta.
Comenzó entonces un "proceso de identificación de protagonistas y escenarios" de las fotografías. Un camino que allanó en su día el médico barcelonés gracias a unas anotaciones en catalán que resultaron "más que valiosas". Prosiguiendo con la investigación, se supo que el autor de las instantáneas utilizó en esta localidad soriana dos cámaras y la primera de sus colecciones la donó a la Biblioteca Nacional de Barcelona.
La Junta de Castilla y León, con las conversaciones y trámites oportunos, y la Diputación de Soria, con el revelado de las placas estereoscópicas, han conseguido que este patrimonio cultural luzca al completo y al alcance de todos los sorianos. El alcalde de Atauta, impresionado con el resultado de la exposición '1948. Atauta a través del cristal', ha agradecido que, tras su paso por el Archivo Histórico, esta viaje a su localidad para "enriquecer" nuestra historia y seguir aprendiendo de ella.