El arquero olvegueño de hockey hierba confía en las opciones de su combinado de luchar por las medallas en Francia. Tras dos partidos, el combinado nacional acumula una victoria ante Alemania por 0-2 y una derrota frente a Gran Bretaña por 4-0.
Rafa Revilla va a vivir su primera experiencia olímpica con la Selección de hockey hierba. Después de un crecimiento exponencial en los últimos años, consolidándose como uno de los porteros más seguros de España con el Club de Campo de Madrid, el olvegueño se ha conseguido hacer un hueco en la lista del combinado nacional. Tras conocer la noticia de que iba a representar a su país como segundo arquero, este no ha parado de entrenar: “Nos han dado mucha caña en las últimas semanas. Llevamos muy bien las dobles y las triples sesiones porque la ilusión de unos JJOO puede con todo”.
A pesar de que viaja a París como portero suplente, sus opciones de jugar se han incrementado en los últimos días, dado que ha cambiado la normativa. En esta ocasión, los jugadores que salgan del terreno de juego podrán volver a entrar en futuros partidos sin ningún problema.
Con esa oportunidad abierta, reconoce que para él es un sueño “defender la portería de España aquí o en cualquier partido, es por lo que siempre he luchado desde pequeño”. Por todo ello, asegura que su principal objetivo durante estas semanas es “disfrutar muchísimo, aunque es cierto que la gente que ha estado en un torneo de estas características me dice que no llegas a ser consciente de todo hasta que se termina”.
En cuanto a la meta grupal del equipo, Revilla afirma que no se han puesto ninguna concreta, ya que solo piensan en ganar cada partido. En primer lugar, los ‘RedsSticks’ buscarán finalizar entre los cuatro primeros de su grupo para meterse en los cuartos de final. En esa fase inicial, los españoles se medirán a Gran Bretaña, Alemania, Sudáfrica y Holanda. “En los últimos años hemos jugado contra todas ellos, compitiendo en todo momento y ganando a la mayoría”, indica.
Tras los dos primeros encuentros, España acumula una victoria ante Alemania por 0-2 y una derrota frente a Gran Bretaña por 4-0. El guardameta soriano, haciendo hincapié en que “no nos ponemos ninguna presión”, piensa en que pueden lograr grandes cosas, luchando incluso por las medallas: “Sin ser un deporte puntero en nuestro país, se ha profesionalizado mucho”.
Rafa Revilla ha entrado en esta convocatoria después de completar uno de sus mejores años como profesional. Sin miedo a decirlo, el portero afirma que “está ante el momento culmen de su carrera”. Ahora, este no se quiere poner techo, ya que es muy exigente y pretende seguir trabajando para continuar cumpliendo su sueño: “Cada gol que me meten me da mucha rabia”.
Para alcanzar esa meta es muy importante la gestión de las emociones. A tal efecto, reconoce que la salud mental en el deporte de alto rendimiento es un aspecto fundamental, “sobre todo en competiciones como esta en las que pasas mucho tiempo alejado de tus seres queridos”.
Precisamente, el jugador de hockey está a la espera de saber si finalmente viajarán para verle familiares y amigos. Estos están aguardando a ver cómo avanzan los acontecimientos y si Revilla tiene alguna oportunidad de ocupar la portería del combinado nacional. En el caso de que vayan, Ólvega tendrá representación en la grada con varias personas de la localidad. “Mi pueblo es mi lugar de desconexión y me encanta venir siempre que puedo. Además, la gente está muy pendiente de mí y me preguntan mucho por los juegos”, asiente.
De esa manera, animado por sus vecinos, el guardameta de la Selección descuenta las horas para llegar a una Villa en la que aterrizará varios días antes de que arranque la competición para adaptarse a las instalaciones. En ellas, le encantaría coincidir con Nadal o Alcaraz para conversar un rato con ellos o con alguno de los ciclistas que más le apasionan como Van der Poel o Ayuso. Con esa ilusión, Revilla ha emprendido una aventura con la que lleva soñando toda la vida. Una vez que ha dado el primer paso, aspira, a seguir los pasos de Fermín Cacho, sucediéndolo mucho tiempo después en el medallero.