El presidente del PP de Soria y el alcalde de El Burgo de Osma se reencuentran en la cita que el año pasado supuso todo un punto de inflexión para ambos, el Memorial Jesús Gil. Serrano y Pardo aseguran que la relación entre ellos es "absolutamente cordial". Juntos, pero no revueltos porque, desde fuera, la distancia entre ellos sigue siendo considerable.
¿El fútbol hace milagros? El Memorial Jesús Gil, el clásico del verano que enfrentó ayer en El Burgo a Numancia y Atlético de Madrid, volvió a reunir a Benito Serrano y Antonio Pardo. El presidente del PP de Soria y el alcalde de El Burgo de Osma posaron para Soria Noticias abrazados y sonrientes mientras aseguraban que su relación era "absolutamente cordial y normal".
La imagen resulta, cuanto menos, curiosa porque entre los dos pesos pesados de la política provincial siempre ha existido una tensión evidente. Tirantez que se extremaba hace justo un año, durante la previa del partido en el municipal burgense. La existencia, o no, de invitación para el presidente de la Diputación se coló en todos los medios de comunicación y las reacciones fueron más que llamativas.
Después de este encuentro muchos se afanaron por intentar quitarle hierro a lo que se llegó a calificar como "maniobra contra Serrano". También entonces se sucedieron las sonrisas y las buenas palabras y, por ello, este medio no se conformó ayer con la foto y siguió los pasos de ambos.
Serrano y Pardo comieron junto con toda 'comitiva oficial', como es tradición, en el restaurante Virrey Palafox. Testigos del momento cuentan a Soria Noticias que el menú, entre otros platos, incluía "huevos con tomate y cangrejos". Estas mismas fuentes referían, con cierto tono irónico, que "ahora los dos se llevan bien y son muy amigos".
Ambos llegaron al municipal burgense juntos, pero no revueltos. Entraron por una puerta lateral y con unos minutos de retraso, pues tuvieron que esperar a que entrasen los ultras del equipo colchonero. Antonio Pardo accedió al campo junto a dos compañeras de equipo de gobierno. Benito Serrano hacía lo propio poco después, acompañado por la delegada territorial de la Junta en Soria, Yolanda de Gregorio.
Subían directamente a la tribuna y se sentaban también juntos, pero con una evidente distancia entre ambos. Con alguna conversación discreta, pero sin las sonrisas de las que antes ambos hacían gala. Serrano y de Gregorio abandonaron El Burgo antes del pitido final del colegiado.
Antonio Pardo atendió a este medio después del encuentro y destacó el ambiente festivo que vivió la localidad en "otro día más de fiesta". El regidor burgense puso el acento en las repercusiones de un Memorial que "vuelve a convertir a El Burgo en una referencia deportiva para gran parte de España".
Elegante como siempre, Pardo disculpaba a sus compañeros de partido: "Tenían actos con los que cumplir. Algo normal siendo un sábado de julio", expresaba ante el micrófono de Soria Noticias. También aseguraba haberlo pasado "francamente bien" durante la comida y pedía "no darle mayor importancia, en el ámbito institucional y de relaciones personales, a algunas cosas que a veces se venden por ahí".
Aclaraba también que este 2024 el Ayuntamiento había decidido "delegar la organización del evento al Sporting Club Uxama". Siendo el Consistorio un colaborador centrado en las instalaciones y otros detalles como los trofeos.