La directora general de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad ha acudido al encuentro, celebrado en el complejo acuático de la localidad, para saludar a los menores y compartir con ellos parte de la jornada. Un total de 159 niños, 32 más que en 2023, disfrutan de unas vacaciones alejados de la hostilidad del desierto gracias a un histórico programa mediante el que la Junta financia gastos de transporte, seguros del personal e instalaciones.
Otro verano más, decenas de niños saharauis procedentes de los campamentos argelinos de Tinduf se han desplazado a Castilla y León para disfrutar de unas ‘Vacaciones en paz’. En total, han sido 159 menores —85 niños y 74 niñas, lo que equivale a 32 más que el pasado año— los que han llenado el vuelo chárter fletado hasta el aeropuerto de Villanubla, en Valladolid, el pasado 1 de julio, para ser recibidos por sus familias de acogida durante estos dos meses de verano. Esta mañana, una buena parte de éstos —139— y sus familias de acogida se han reunido en Valencia de Don Juan, en León, con autoridades de distintas administraciones.
Hasta la localidad leonesa se ha desplazado la directora general de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad, Esperanza Álvarez, para conocer de primera mano a estos niños que pasan el verano lejos de la hostilidad del desierto.
Durante el acto, que ha tenido lugar en el complejo polideportivo y en las piscinas del municipio leonés, la directora general de Familias ha intercambiado saludos con los menores para después dirigirse, con el resto de los asistentes, a tomar el té al modo tradicional saharaui en la jaima que, al igual que el pasado año, ha montado una familia de la asociación de León con apoyo logístico del Ayuntamiento de Valencia de Don Juan. Esperanza Álvarez ha destacado la importancia que tiene para estos niños el ya histórico programa ‘Vacaciones en paz’ y ha hecho mención al papel fundamental que tiene la Junta de Castilla y León en su desarrollo. También ha querido recordar que, junto a esta iniciativa, siguen en vigor dos programas más: el denominado ‘Madrassa’, a través del cual llegan menores para cursar estudios reglados en la Comunidad, o el de tratamiento médico, mediante el cual se atiende a niños con problemas de sanitarios en Salud Castilla y León (Sacyl). Estos dos últimos también reciben a menores de otros países.
La Junta de Castilla y León ha venido financiando el programa de verano desde el año 2012, a excepción de los años relativos a la pandemia. Este 2024, el Ejecutivo autonómico y Uacyl-Sáhara han revalidado la colaboración mediante la cual la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades asume, con una aportación de 35.000 euros, los gastos de transporte de los menores, seguros del personal contratado y voluntario, alquileres de inmuebles o vehículos, comunicaciones o material de oficina.
A través de ‘Vacaciones en paz’, los niños refugiados en campamentos ubicados en pleno desierto pueden experimentar otras experiencias, convivir en otros entornos familiares y conocer la vida en lo que fue su antigua metrópoli. Los acogedores se encargan de hacer frente al alojamiento, la manutención y parte de la educación. Así, durante unas semanas evitan un clima extremadamente árido y caluroso y sortean las complejas circunstancias vitales de su vida cotidiana, conocen otra cultura y costumbres y establecen nuevas relaciones de amistad con niños españoles y un estrecho vínculo con las familias. Además, también acceden a una mejor alimentación y tienen la posibilidad de acudir a reconocimientos médicos, puesto que se pone a su disposición la red asistencial sanitaria de la Comunidad.
Junto al programa estival, la Junta colabora en otras dos iniciativas dirigidas a ayudar a los niños saharauis, pero también a otros procedentes de países en vías al desarrollo. Es el caso del programa ‘Madrassa’, que se lleva a cabo desde el curso 2013-2014, y su objetivo es la escolarización de niños de más de 12 años, pero que no sólo reciben la educación de la Comunidad, sino que conviven con una familia castellana y leonesa durante todo el año. Este curso se espera la llegada de siete menores, cinco del Sáhara, uno de Senegal y otro de Bielorrusia.
Hasta la fecha, han cursado estudios 177 niños de distinto origen. La gran mayoría, 101, son saharauis. Pero también han llegado menores de lugares tan dispares como Ucrania, Rusia, Bolivia, Ghana, Senegal, República del Congo, Marruecos o Togo.
Además, desde hace más de una década, está en marcha el programa de tratamiento médico dirigido a niños de los campamentos, pero también a menores procedentes de otros países de África. Aquellos que precisen de intervenciones o tratamientos que no puedan acometerse en sus países de origen pueden ser asistidos en la Comunidad.
Este año, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha apostado por la fórmula de la subvención directa no sólo para canalizar la aportación de 35.000 euros, sino también para articular las relaciones, los compromisos y la financiación de estos programas con los que se trata de mejorar la vida de los niños nacidos en los campamentos para refugiados establecidos en la provincia argelina de Tinduf y de otros con distinto país de origen.
De la parte saharaui están representadas las 13 organizaciones que integran la Unión de Asociaciones, con sede en todas las provincias excepto en Valladolid, cuya entidad funciona de manera independiente.
De este modo, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través de la Gerencia, se compromete a prestar orientación y asesoramiento administrativos para tramitar las solicitudes de desplazamiento de niños en el contexto de cualquiera de los tres programas y a la aportación de 35.000 euros para ‘Vacaciones en paz’. Mientras, Uacyl-Sáhara se encarga de organizar los viajes, formar a las familias, recibir a los niños, coordinar actividades lúdico-educativas, supervisar las estancias y divulgar los proyectos de acogida temporal, entre otras actuaciones.
La colaboración entre la Junta de Castilla y León y las asociaciones saharauis se remonta a hace casi tres décadas y ha ido adoptando diferentes fórmulas, destinadas todas ellas a canalizar fondos para financiar distintos ámbitos relacionados con el bienestar de los ciudadanos residentes en los campos de refugiados.
Además de las ayudas para cooperación al desarrollo, necesidades básicas y abastecimiento de recursos concedidas por el Gobierno autonómico, la Gerencia de Servicios Sociales ha venido apoyando a estas asociaciones a través varios convenios, fundamentalmente financiando ‘Vacaciones en paz’. Desde 1997 hasta la fecha se ha aportado 1.212.092 euros.