La leyenda que da origen a la Pinochada se sitúa en el siglo XVII y narra la disputa entre los pueblos de Vinuesa y Covaleda por la inmatriculación de la imagen de la Virgen del Pino, la patrona de Vinuesa.
La Pinochada es una de las festividades más emblemáticas de la localidad soriana de Vinuesa, una celebración que cuenta con la declaración de fiesta de Interés Turístico Regional y no solo es un evento lúdico, sino que también encierra un profundo significado cultural y social. De origen discutido, la corriente más difundida remonta esta tradición a la pugna por la imagen de la Virgen del Pino. Gracias al respeto de varias generaciones, se ha mantenido viva a lo largo de los años, adaptándose a los tiempos modernos sin perder su esencia.
Son varias las historias y leyendas sobre el origen de la Pinochada, pero la más extendida se remonta a la aparición de la Virgen del Pino en un árbol limítrofe entre Vinuesa y Covaleda. Ambos pueblos se disputaron la talla y Vinuesa resultó vencedora gracias a la intervención de sus mujeres. La Virgen se concedió a Vinuesa y la parte del monte a Covaleda.
Según cuenta la tradición, las mujeres del pueblo jugaron un papel crucial en la victoria sobre sus rivales, defendiendo su tierra y sus costumbres con valentía y determinación. La Pinochada, que se celebra cada 16 de agosto, recuerda esta contienda, transformándose en un símbolo de empoderamiento femenino y unión comunitaria.
El término "pinochada" proviene de "pinocho", que es el nombre que reciben las pequeñas ramas que portan las mujeres durante la celebración. Este juego simbólico representa la lucha entre los géneros y, al mismo tiempo, celebra la fuerza de la comunidad.
En la actualidad, la Pinochada se ha consolidado como una tradición que atrae tanto a los vecinos como a visitantes de otros lugares. La festividad comienza con una serie de actividades que se extienden a lo largo del día.
Dos son las Cofradías que organizan y participan en la Pinochada: la de Nuestra Señora del Pino, formada sólo por casados y la de San Roque, exclusivamente de solteros. El día 16 a las 10:00 de la mañana y en comitiva por las calles, el pueblo se encamina a la plaza donde está la Iglesia; las mujeres pertenecientes a cada bando van ataviadas con el traje típico de piñorra, y llevan en una mano los pinochos que posteriormente emplearán como arma de combate.
Después de entrar en la Iglesia con el fin de bendecir los pinochos, la batalla da comienzo con el enfrentamiento, en primer lugar, de los hombres. Se sitúan en fila, agarrados uno a otro y con el sable desenvainado y la rodela o escudo de protección. La ceremonia se repite por tres veces, quedando victoriosos en la lucha los casados.
A continuación se va a buscar a las mujeres de cada bando, llamadas capitanas, las cuales realizan los mismos actos previos que los hombres; se colocan en orden de batalla en la plaza, agitando las capitanas las banderas y portando cada una el pinocho. La lucha tiene lugar ahora entre casadas/os contra solteras/os, resultando finalmente triunfantes el bando de Nuestra Señora del Pino (casados).
Es costumbre que, una vez concluida la batalla, las mujeres comiencen a repartir inesperados pinochazos a los hombres, indiscriminadamente. Estos, no pudiendo huir, sorportan los golpes con buen humor y se someten al castigo, dando gracias y contestando "de hoy en un año".
La Pinochada no solo es un evento festivo, sino que también tiene un profundo significado social. La celebración se ha convertido en un espacio de encuentro y cohesión entre generaciones, donde tanto jóvenes como mayores participan activamente. Los lazos familiares y comunitarios se fortalecen durante esta festividad, creando un potente sentido de pertenencia.
Además, la Pinochada es una manifestación de la identidad cultural de Vinuesa. En un mundo cada vez más globalizado, donde las tradiciones locales corren el riesgo de desaparecer, la Pinochada se erige como un símbolo de resistencia cultural. La comunidad se une para preservar sus costumbres y transmitirlas a las nuevas generaciones, asegurando que la historia y la cultura de Vinuesa perduren en el tiempo.