Faltan todavía muchas cosas, pero estamos en la primera jornada de liga. En cuanto a nombres propios, solo nos queda quitarnos el sombrero y dar gracias a Moustapha por continuar un año más en el equipo.
El Numancia hizo ayer lo que tenía que hacer para debutar con buen pie. Los de Aitor Calle vencieron a la S.D. Compostela por 2-0 en un partido muy igualado que se decidió por pequeños detalles -ya avisó de esto el preparador vasco en la rueda de prensa previa del pasado viernes-.
El equipo salió con un once muy reconocible al terreno de juego con hasta ocho jugadores del curso pasado. Tan solo Gexan, Teijeira y Dieste formaron parte de la alineación tras llegar este verano. No obstante, un nombre fue el que más llamó la atención. David Sanz, cedido la segunda mitad de la campaña pasada al Unión Adarve, arrancó desde el comienzo, dejando en el banquillo a Cristian Delgado, uno de los jugadores más destacados hace apenas unos meses.
El canterano rojillo todavía tiene que dar varios pasos adelante para poder consolidarse en el once. Aunque estuvo seguro en el pase, le falta arriesgar más en algunas ocasiones, ralentizó el juego cuando el partido no lo requería. Cualidades y físico tiene para poder hacer carrera en el equipo de su vida.
Con esta sorpresa en el once, arrancó el duelo con un Numancia que no se lo pensó en los primeros minutos. Los sorianos fueron al ataque sin miedo y estuvieron muy cerca de conseguir premio. Sin ir más lejos, Dieste gozó de la primera oportunidad antes de llegar al minuto 1. Aquí quiero hacer un inciso. El ariete zaragozano no logró anotar en su debut, pero para mí, dejo muchas notas positivas. Además de provocar el penalti en el tiempo de añadido en una cabalgada en la que se fue de su defensor en el minuto 93, aportó muchas cosas al Numancia en la faceta ofensiva en las labores de fijar a los centrales y de pelearse por todos los balones con sus rivales. Junto a él, estuvo otro de los nuevos. De Teijeira había escuchado cosas muy buenas y la verdad… me gustó bastante lo que vi. En sus botas tiene unos kilates que pueden venir de maravilla este año para lograr el ascenso.
Pero, sigamos con el análisis global del partido. A pesar de que el Numancia comenzó mandando, el duelo se igualó en el ecuador de la segunda mitad, sin ocasiones para ninguno de los contendientes. Estos fueron los peores minutos de un encuentro a los que les puso luz Alain Ribeiro.
El mediapunta mandó a la escuadra un disparo desde la frontal que nos recordó a varios tantos que metió la temporada pasada. Sin duda, Ribeiro es el jugador con más calidad en el conjunto soriano y ayer realizó un partidazo, controlando todo el frente ofensivo de los de Aitor Calle. Si consigue tener más constancia en el juego, puede alcanzar el fútbol profesional. Clase para ello, tiene.
Después de esa acción, vimos el Numancia que a mí más me gusta en términos de presión. Espoleados por ponerse delante en el marcador, los rojillos subieron sus líneas hasta la zona de tres cuartos, dificultando a los gallegos su salida de balón, una de sus mayores cualidades. De esa manera, se llegó al descanso.
Una vez regresaron de vestuarios, la escuadra local volvió a llevar la iniciativa del juego en los primeros compases de la segunda mitad. Durante este tramo, Moustapha tuvo que ser atendido por los servicios médicos por un golpe que recibió en la cabeza. Sin embargo, el mediocentro pudo continuar, demostrando su coraje. ¡Qué suerte poder contar con él esta temporada! El senegalés es la pieza que todo equipo quiere tener en su medular. Recupera balones, llega a todas, transmite a la grada y va bien por alto. Si a todo ello, le sumas que nunca tiene un mal gesto con los compañeros ni rivales, se convierte en lo que es, uno de los mejores medios de la categoría y de Primera RFEF (Permítanme ser atrevido, pero uno lo lleva viendo varios años en equipos de Aragón).
Sin embargo, no todo fue bueno. El cuadro soriano vivió unos malos minutos pasado el minuto 60 en los que los visitantes pudieron igualar el luminoso. Los de Aitor Calle bajaron líneas de presión y el Compostela se aprovechó para salir jugando desde atrás, dejando detalles de calidad. Ahora, a los visitantes les faltó claridad en los metros finales para poder poner la igualada. Además, Kuda apareció en el momento preciso para salvar a los suyos con una parada espectacular. El meta, que perdió protagonismo a final del curso pasado en favor de Dorronsoro, tiene que aprovechar estas oportunidades para luchar por el puesto de portero titular.
Por su parte, el equipo tiene que evitar estos compases de indecisión en Los Pajaritos porque no siempre la moneda va a salir cara. La falta de frescura, habitual en este tramo de la temporada, fue uno de los factores a tener cuenta. Ahora, también hay que destacar nombres propios que emergieron cuando más se les necesitaba. De Frutos, al nivel del año pasado, metiendo la cabeza sin miedo en cualquier balón dividido, y Gexan, completando un encuentro de notable por la banda, fueron claves.
Pero, claro, el que perdona, lo paga. Dieste confió en un balón largo en los instantes finales del partido, yéndose de su marcador y provocando un penalti con el que estalló de felicidad el feudo numantino. Javi Bonilla, sin temblarle el pulso, anotó el definitivo 2-0 para poner el broche a un partido en el que se hizo lo que se debía hacer: ganar.
A partir de aquí, el equipo tiene que seguir creciendo en busca de una regularidad que da ascensos, más aún, como local. Por cierto, los 2.233 aficionados que registraron ayer Los Pajaritos son una gran noticia en este inicio de campaña. Después de todo lo sucedido, la afición ha respondido y desde el club se espera que los abonados bajen más que hace 365 días. Asimismo, la grada del Frente Rojillo dio ambiente al partido, entonando numerosas canciones y liderando la animación de todo el estadio.
Las primeras piedras del proyecto, que, por cierto, tienen muy buena pinta, ya están puestas. Ahora solo queda seguir trabajando en ellas para que la ciudad se lleve la alegría que tanto tiempo lleva esperando.