OPINIóN
Actualizado 02/09/2024 12:14:55
Sergio García

Artículo de opinión de Sergio García Cestero, director de Soria Noticias.

El Numancia empieza nuevo proyecto. El club, que no el equipo, aunque en este caso ambas cosas van de la mano. Es la tercera vez en menos de una década que la entidad soriana trata de reinventarse y esta, seguramente, sea la más importante porque puede ser la última en mucho tiempo, para bien o para mal. Sé que sueno tremendista en ocasiones cuando hablo del futuro del equipo rojillo, pero el peso cultural, social, simbólico, moral y -sí, también- económico que el Numancia tiene en la provincia bien merece estar atentos. La situación por la que pasa el club durante los últimos años y los numerosos ejemplos -algunos tan cercanos como al otro lado del Piqueras- hacían temerse lo peor.

En la charla que hemos tenido con el nuevo presidente rojillo, él mismo reconocía que el riesgo era que los accionistas ecuatorianos dieran por fracasada su inversión y dejaran morir una empresa que está muy lejos de ser rentable en los libros (800.000€ de perdidas en un presupuesto de 2.400.000€), y seguramente en el tiempo (solo el regreso a la Segunda División puede hacer sostenible el club tal y como está planteado hoy). Afortunadamente, para todos los numantinos y sorianos parece haberse encontrado no solo una vía de escape sino dos.

El primero es un proyecto liderado por dos empresarios sorianos de esos que se definen como ‘de éxito’ en el que, al parecer, confían los accionistas. Football Newco (ese engendro del que nadie parece saber nada y que ha caído sobre el Numancia cual maldición bíblica) confía en el proyecto planteado por Patricio de Pedro y Javier Jiménez. El nuevo presidente no tendrá sueldo a cargo del club, lo cual ya de por sí es un avance, es soriano y numantino, unos sentimientos que suelen traducirse en compromiso, y parece querer hacer las cosas bien. En el campo, un entrenador que promete no pasar ni una a sus jugadores; en el vestuario, unión y sacrificio; y en la grada, ilusión y complicidad. Patricio anda buscando nuevos ingresos, suerte con la Junta, y tratando de ajustar los gastos, pero por encima de todo tiene el compromiso de mantener la estructura hasta que se vuelva (se entiende que en un plazo razonable) al fútbol profesional.

La segunda vía de escape es un AS bajo la manga, una opción por si los inversores ecuatorianos deciden no poner el dinero que les corresponda para mantener al club esta o las próximas campañas. Hay empresas sorianas dispuestas a invertir en el Numancia, y el propio DPM parece tener interés en incrementar su participación en el accionariado.
Desde que Paco Rubio vendió el club, menos mal que lo dejaba en buenas manos, este es el proyecto menos ‘ostentóreo’ que diría el mismísimo Jesús Gil. Sin fuegos de artificio, sin asiáticos en Los Pajaritos, sin vuelos transatlánticos y sin los pájaros de campeonatos continentales. Solo ilusión y trabajo. O, lo que es lo mismo, solo fútbol y Soria. Su suerte será la de todos los numantinos.

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