Miriam Martínez, organizadora de esta edición, recalca el auge que está experimentando la confección de prendas con esta materia prima. Insiste: "Como la lana de merino, ninguna".
Continúa con éxito la segunda Feria de la lana de Soria, que cerrará este domingo a las dos de la tarde. Una edición a la que han acudido en torno a dos millares de personas, con 17 expositores -solamente uno de Soria- y con un variado programa de conferencias y talleres sobre el tejer de forma artesanal.
Así lo ha indicado esta tarde de sábado Miriam Martínez Manzano, una de las organizadoras de este evento que ampara el Ayuntamiento en el antiguo lavadero de lanas, en el paraje del Soto Playa, junto al Duero.
Martínez ha recalcado que este producto tuvo una gran importancia en Soria, siendo motor de la economía gracias a las miles de cabezas de merinas que pastaban en la provincia. Pero no solo eso, se trata de una materia prima que pese a haber quedado en desuso por la llegada de nuevos tejidos, multinacionales y usos comercilaes, durante la pandemia y posteriormente, el tejer de manera artesanal "está volviendo a resurgir", como una alternativa para dar rienda suelta a hacer algo diferente y a responder a "la necesidad de evasión e incluso crear nuevos vínculos con los que relacionarse".
La organizadora también ha insistido en que "no hay nada como la lana española, sobre todo la de merino. No tiene competidora". De hecho, ha indicado que "es termogénica, aísla del frío y del calor".
Sin dejar de respetar la elección a la hora de confeccionarse una prenda, ya que "es algo muy personal", Martínez subraya que hay tejidos muy modernos con diseños avanzados, si bien ahora "se piensa que se está comprando un jersey de lana y es un jersey de plástico, ya que no dejan de ser de poliéster". Por eso no son pocos quiene están dejando de adquirir estas unidades prefiriendo disponer de menos prendas pero aquellas nuevas que lleguen al armario sean de calidad. "Mejor dos buenas que no cinco malas", remarca.
Ahora bien, "la diferencia es hacértela por ti mismo". La confección es aquí, muy indiviudal, porque la labor de tejer permite combinar colores, tallas, diseños y gustos. "Cada vez hay más gente que se lanza a esta actividad. En mi caso, abrí una tienda en junio y está teniendo muy buena acogida. De cara al invierno también hemos previsto talleres y hay mucho interés en tejer".
Del mismo modo indica la "evolución" que ha experimentado esta actividad manual. "De las agujas de punto rectas, sujetas bajo la axila, hemos pasado a las de tipo circular, mucho más ergonómicas y cómodas", explica.
Progresión también para el ganchillo, que surje con fuerza. Si anteriormente no era muy colorido, ahora las alternativas cromáticas son muy abundantes así como los diseños. En este caso es el algodón, sobre todo, la materia prima empleada.
Con todo, "la satisfacción de hacer algo con tus propias manos no se puede mejorar con nada", concluye, insistiendo que este año el balance es "muy positivo y maravilloso" para una feria que está contando con un buen número de asistentes foráneos.