Su gerente explica en Soria Noticias que en estos momentos disponen de tres centros de día, dos en la capital y uno en Ólvega, a los que acuden 95 pacientes diarios. Su objetivo también radica en trabajar con las familias y en investigar una cura para una enfermedad que cada vez afecta a gente más joven. Para ello, existe un programa en el que se donan cerebros post mortem.
La Asociación Alzheimer Soria ha tomado esta mañana una decisión muy complicada. Tras una jornada marcada por las lluvias y por el mal tiempo, sus integrantes han decidido no salir a la calle con mesas informativas por el Día Mundial de la Enfermedad. “Nos da mucha pena. En 29 años que tenemos de vida, nunca habíamos suspendido esta jornada. Es una fecha que nos viene muy bien para hacernos visibles y para obtener aportaciones económicas de la sociedad. El dinero de las administraciones es insuficiente”, manifiesta la gerente, Carmen José Ruíz.
No obstante, los miembros de la agrupación aceptan la situación y ya piensan en cómo recuperar esta actividad. En los próximos días anunciarán una nueva fecha para invadir las calles sorianas y transmitir a todos los vecinos de la capital lo importantes que son en la lucha contra ella.
La Asociación no para de crecer en todos los ámbitos, centrándose principalmente en cuatro áreas: personas con diagnóstico, familias, sociedad e investigación. En la primera de ellas, la organización cuenta con tres centros de día, dos en la capital y uno en Ólvega, en los que atienden diariamente a 95 pacientes. Asimismo, ofrecen un programa de ayuda comunitaria con varios talleres en el medio rural en pueblos como El Burgo de Osma y San Esteban en los que participan 15 personas.
Dentro de esta primera área, aportan un programa de diagnóstico a personas con fallos de memoria con el objetivo de detectar si hay un deterioro cognitivo. A lo largo del año realizan 150 valoraciones.
Otro de los pilares fundamentales de esta Asociación, es la familia. Según explica su gerente, “hacemos todo lo posible para acompañarlos en este proceso; en muchas ocasiones las demandas nos desbordan con numerosas consultas”. A pesar de ello, redoblan esfuerzos para darles formación, información, terapias individuales, grupos de autoayuda y asesoría jurídica, entre otras muchas cosas.
La sociedad es otro de los sectores en los que se centran, tratando de acercar la enfermedad a los sorianos, “ya que, en numerosos casos, los afectados son nuestros amigos”. En ese sentido, una de sus principales reivindicaciones es que se de una dotación presupuestaria al Plan Nacional de Alzhéimer: “Mejoraría mucho el panorama y dotaría a la sociedad de recursos”.
Por último, el campo de la investigación es esencial. Desde Soria se coordina el programa de donaciones de tejido cerebral para que las personas puedan donar post mortem sus cerebros para que se tenga la posibilidad de estudiarlos. Esta iniciativa es fundamental para encontrar la cura a una enfermedad que “nadie ha dicho que no tenga solución; queremos ser positivos y vamos a estar ahí hasta el momento en la que se descubra”.
Esta cura es necesaria, dada que la enfermedad no para de avanzar: “Cada vez envejecemos más, pero no hemos solucionado que la gente viva con más calidad de vida”. A tal efecto, Ruíz explica que las cifras no son nada alentadoras y que, en 2025, 1 de cada 3 familias va a tener un paciente con demencia. En total, se espera que 1,5 millones de personas estén diagnosticadas en España dentro de un año y que 4 millones de familias se vean afectadas por esta enfermedad.
De la misma manera, desde la Asociación lamentan que cada vez gente más joven la padezca, “desbordándonos en algunos momentos la situación”. Sin embargo, Alzheimer Soria no se va a rendir y va a esforzarse por seguir ayudando a todas las personas que lo necesiten en la provincia.