La vecina de Matamala de Almazán ha estado acompañada de su familia en un acto que ha contado con una misa y una ceremonia conmemorativa en la que ha recibido varios obsequios.
Matea Casado Garijo ha vivido un día precioso para celebrar sus 100 años de vida. La vecina de Matamala de Almazán ha visto como todos sus familiares y amigos se han acercado a la Residencia Fuente del Rey, lugar en el que lleva viviendo desde 2013, para conmemorar una fecha muy especial.
Para comenzar la jornada, la organización de la residencia ha organizado una eucaristía en su honor. Posteriormente, varios responsables del CEAS Rural le han hecho entrega de una placa conmemorativa y de una copia de su partida de nacimiento -sus sobrinos también han recibido varios ejemplares-.
“Se ha dado cuenta de todo y no ha quitado la sonrisa de la cara en ningún momento. Siempre ha sido una señora muy educada y comedida. En la residencia la queremos todos un montón”, explica el trabajador social del centro, Fernando Borrego.
Matea es una mujer soltera que ha dedicado toda su vida a sus sobrinos. Según explican, era la tía más querida por todos ellos: “Guardan grandes recuerdos de los veranos en el pueblo junto a ella. Les daba todo su cariño y les trataba cómo si fueran sus hijos”.
Tras llegar hace 11 años a esta residencia de la capital, siendo totalmente autónoma, Matea ha ido envejeciendo, ganándose el cariño de todo el mundo.