La plaza de Mariano Granados se ha vuelto a llenar, un año más, de corredores listos para quemar zapatilla en una de las Medias Maratones más exigentes del mapa nacional, debido al desnivel del recorrido. Este año con ciertas modificaciones en el circuito, debido a las obras de la ciudad, los más de 300 deportistas han sumado kilómetos en una jornada soleada, pero no calurosa, aunque sí condicionada por algunas rachas de viento.