La carta de Sergio García Cestero, director de Soria Noticias.
Acaba el mes de septiembre y con él llega San Saturio. Las fiestas del patrón marcan el verdadero comienzo del curso en Soria, cuando ya el crudo inverno nos abraza, la gente regresa de los pueblos a hacer su día a día en la capital, y las setas llenan nuestros montes de visitantes más o menos deseados en función de sus intenciones y sus prácticas.
El programa de las Fiestas de San Saturio es inabarcable y refleja los anhelos de Soria de ser considerada una ciudad homologable a aquellas cercanas que nos triplican por población. Para hacerlo, la ciudad debería realizar un mayor esfuerzo, tal vez presupuestario o simplemente imaginativo, en dos aspectos: los eventos taurinos y los conciertos. Octubre es mala época para los toros y Soria es más fiestera que taurina, y esas dos realidades deberíamos asumirlas todos a la hora de exigir según qué cosas. En la parte musical, un martes ‘random’ del mes de octubre debería ser buen escenario propicio y económico para contar con un cartel más atractivo. Una cantante de un solo tema, ya quemado tras el verano, por cierto, no hace justicia y sería buena opción -al menos- intentar mantener el nivel prepandemia: Lola Índigo, La Pegatina, Tequila…
Pasarán las fiestas y llegará la verbena de los presupuestos. PSOE y PP cuentan con mayorías absolutas en Ayuntamiento y Diputación, pero la legislatura va avanzando y muchos temas mollares continúan enquistados en ambas instituciones. Gobernar no solo significa gestionar fondos y lanzar esos proyectos que a uno le encantan, también es tomar decisiones difíciles pero necesarias sean estas una nueva Relación de Puestos de Trabajo que te va a suponer menos control en el día a día de tus trabajadores, o una reestructuración de tu servicio de residencias que te va a generar un conflicto social. El que no quiera gobernar que no se presente a las elecciones.
Peor será lo que nos espera en la Cortes de Castilla y León y el Congreso de los Diputados, donde las mayorías de gobierno penden de un hilo cuando no son inexistentes directamente. Gobernar con unos presupuestos de prestado parece ser la nueva norma en nuestra piel de toro, y proyectos en espera como la ampliación de la ampliación de la Audiencia, el Centro Nacional de Fotografía, la Langa-Aranda o los nuevos centros de salud son los más perjudicados por esta situación.
Mientras, cerramos el mes con la visita de Su Majestad el Rey a Soria. La primera oficial desde la pandemia aunque este año ha venido ya a la provincia al menos otras dos veces por motivos personales. Una visita académica, protocolaria, sosa dirán algunos, donde Felipe VI nos dejó ‘poca chicha’ en su discurso.
Se acaba, ahora de verdad, el verano y el nuevo curso trae más dudas que ilusiones porque, a estas alturas, ni 15 minutos menos del viaje en tren a Madrid, ni una sesión de radioterapia en tu provincia se pueden considerar ya un éxito.