Así trasciende de un estudio realizado sobre medio centenar de productores de todo el país.
Un el estudio realizado en el proyecto 'GO Tuber Label' revela el potencial de la trufa española y la apuesta por una marca nacional para impulsar su exportación.
En el marco del proyecto Grupo Operativo Tuber Label, cuyo objetivo es crear herramientas que favorezcan el posicionamiento y competitividad en los mercados del sector trufero, PEFC España, junto con el resto de los socios, ha realizado el estudio 'Análisis de percepciones entre los productores de trufa, industria de transformación, los agentes comercializadores y otros expertos de la cadena de valor de la trufa respecto a las posibles certificaciones de ecológico, gestión forestal sostenible PEFC y trazabilidad con la cadena de custodia' a más de 50 profesionales productores y comercializadores de trufa de España para conocer su percepción sobre las diferentes opciones de certificación.
El sector de la producción y comercialización de trufa en España sigue consolidándose con un notable equilibrio entre empresas veteranas y emergentes. La mayoría se centran en la producción primaria, con un enfoque diversificado en la comercialización, donde destacan los mercados locales y la exportación.
Sin embargo, las empresas enfrentan desafíos significativos, como el cambio climático y la competencia en el mercado, lo que subraya la necesidad de estrategias robustas para mantener el crecimiento.
La trufa es percibida como un producto “gourmet”, “aromático” y “natural”, atributos que han ganado reconocimiento en comparación con años anteriores. Las empresas anticipan un aumento en la demanda futura, impulsado por la creciente preferencia de los consumidores por productos ecológicos y sostenibles.
La gestión forestal sostenible y la certificación PEFC son conocidas por una amplia mayoría de las empresas, más del 50% reconoce su valor añadido. Esto supone una oportunidad para crecer entre los comercializadores de trufa, así como un reto para posicionarse como herramienta elegida por dichos comercializadores, lo que abre puertas a nueva interlocución y comunicación veraz, transparente y eficaz. La percepción positiva de la certificación PEFC se ha incrementado un 15% desde 2012, valorándose las garantías de sostenibilidad y encajando entre las demandas del mercado.
El sector trufero en España muestra un claro interés en la creación de una alianza para fortalecer la presencia de la trufa española en los mercados internacionales. Con un 95% de apoyo, las empresas ven en esta iniciativa una oportunidad para mejorar la exportación y consolidar el prestigio del origen español. La preferencia es clara: una marca nacional sería la más adecuada, seguida de una opción regional, descartando casi por completo la idea de una marca local.
La certificación PEFC tiene un potencial significativo para mejorar la comercialización y el atractivo de la trufa, pues aporta beneficios como la garantía de trazabilidad, la mejora de la comercialización en el extranjero y el acceso a consumidores concienciados con el medio ambiente, alguno de los aspectos más relevantes valorados por las personas conscientes de sus ventajas competitivas y medioambientales.
Existe la incertidumbre de que todo consumidor conozca el valor añadido de la certificación PEFC, por lo que es necesario una mayor visibilización desde todos los actores de la cadena de valor de la trufa. El consenso entre las empresas sobre el crecimiento de la demanda futura de trufa refuerza el interés en una alianza para promover la trufa española en el exterior. Y, debido a la necesidad de apoyo en la comercialización internacional, la creación de una marca nacional se perfila como la opción más favorecida, lo que contribuiría a una mayor apertura internacional y a fortalecer la reputación de la trufa española en los mercados globales.
El reciente informe publicado por GO Tuber Label sobre las preferencias del consumidor, basado en más de 176 entrevistas, desvela una clara tendencia hacia la trufa fresca y la creciente importancia de las certificaciones y creación de una marca nacional.
Este estudio, que explora las percepciones del consumidor sobre la trufa y las etiquetas de sostenibilidad, muestra un panorama prometedor para el mercado de la trufa en España.
Más del 95% de los encuestados ya consumen trufa o estarían dispuestos a hacerlo en el futuro. La trufa fresca se destaca como la variedad preferida, con casi el 40% de los consumidores optando por ella. Este tipo de trufa se adquiere principalmente en grandes superficies, ferias, y eventos especializados, aunque los locales especializados también tienen un papel importante. La mayoría de las compras se realizan para el consumo en casa o en restaurantes, dejando a los eventos específicos como una opción menos común.
El interés por las etiquetas de sostenibilidad es notable. El 76,4% de los consumidores valora estos sellos en sus compras, y una gran mayoría (82,1%) confia en que estas etiquetas garantizan la calidad y el origen del producto. En el ámbito de la restauración, el 89,4% prefiere encontrar productos sostenibles y de proximidad en los menús cuando acude a estos establecimientos.
Las certificaciones juegan un papel crucial en la percepción del valor del producto. La certificación forestal sostenible PEFC es conocida por el 88,7% de los consumidores, y el 92,5% tiene una opinión muy positiva sobre ella, valorándola como un gran añadido al producto (74,3% cree que aporta mucho valor). De manera similar, el 85% conoce el sello de etiqueta ecológica, y el 85% también considera que aporta un valor significativo, aunque el conocimiento de sus beneficios es algo menor (69,5%).
La creación de una marca de trufa con sellos de calidad y sostenibilidad está en el centro de las preferencias de los consumidores. La mayoría prefiere productos nacionales (61,3%), destacando el compromiso con el desarrollo rural (90,4%), las personas (90,2%) y el medio ambiente (88,6%). Una marca nacional genera una altísima confianza al 91,7% de los consumidores. Sin embargo, solo el 49,8% estaría dispuesto a pagar más por una trufa de alta gama, aunque esta disposición es mayor entre quienes ganan más de 45.000 euros al año.
Fuente: GO-Tuber Label