Con el proyecto de adherencia terapéutica se reduce la institucionalización de los mayores, se combate la despoblación porque siguen en sus pueblos, y se ahorra en ingresos hospitalarios. Es un "win to win" que seguirá creciendo aunque, por el momento, no podrá llegar a la capital.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Soria, Javier Alonso, y el presidente de la Diputación, Benito Serrano, han renovado esta mañana el convenio de colaboración que permite llevar a cabo el proyecto centrado en la adherencia terapéutica. Una iniciativa que se puso en marcha hace 11 años y actualmente se ha replicado por parte de numerosas diputaciones españolas.
21 farmacias rurales de la provincia de Soria participan en un proyecto que "permite mejorar la salud de las personas mayores a través de un control especial de sus farmacéuticos", ha destacado Serrano. Alonso, ha añadido que esto posibilita también "detectar duplicidades e interacciones entre fármacos". Todo ello repercute en que los pacientes polimedicados "se quedan en el pueblo evitando su institucionalización", ha remarcado el presidente de los farmacéuticos soriano.
La Diputación de Soria aporta 27.000 euros para un convenio que ha permitido atender este año a 89 personas, personas a las que se ha detectado problemas con el cumplimiento del tratamiento farmacológico tras una evaluación previa. "Una pequeña cantidad con un retorno muy importante", ha expresado Benito Serrano. Por ello, la intención del equipo de gobierno es "incrementar" la inversión para "llegar a más farmacias rurales y alcanzar los 120 pacientes".
Javier Alonso ha lamentado que este proyecto no haya llegado, por el momento, a la capital soriana. El presidente de los farmacéuticos recuerda que "también en la ciudad existen personas con esta problemática" que podrían obtener importantes beneficios de la atención de los profesionales.