La localidad pierde una seña de identidad y Castilla y León su único toro de fuego. El festejo, con 2.000 años de historia, deberá esperar al año que viene y a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. En el pueblo no entienden "la injusticia" ni "tanto acoso recibido" y defienden que "cuidan" al toro "con el mayor de los mimos".
Medinaceli no celebrará este 2024 la que constituye una de sus grandes señas de identidad. La localidad se queda sin Toro Jubilo después de que el Juzgado Contencioso-Administrativo de Soria haya admitido las medidas cautelarísimas solicitadas por PACMA. Castilla y León pierde, al menos por un año, el único toro de fuego que pervivía dentro de sus fronteras y también una fiesta declarada de interés turístico regional. Un festejo ancentral con más de dos milenios de historia.
En el pueblo están "hundidos". Los vecinos sienten que les han arrancado "de raíz" una tradición que ha pasado de generación en generación, que "hemos visto realizar a nuestros abuelos, a nuestros padres y soñábamos con ver cómo lo hacían nuestros hijos y nietos". No entienden la "injusticia" ni "tanto acoso recibido" cuando "en el resto de España hay 2.000 toros embolados al año".
En la Asociación del Toro Jubilo esta noticia también ha caído como un jarro de agua fría. La frustración se puede palpar cuando uno de sus miembros expresa, con dureza, que "un juez claramente animalista no se ha preocupado por entender la tradición y, por capricho, se lo ha cargado".
Defienden un rito en el que, no solo se indulta, sino que se cuida al toro "con el mayor de los mimos para que no sufra daños, poniéndole toda la capa de barro alrededor del cuerpo y protegiendo las astas del fuego". Recuerdan que "la premisa del festejo es la figura del animal y viene de ese dios toro que se sigue venerando por las distintas culturas ganaderas y la cultura popular".
La gran mayoría en el pueblo se siente "abandonados". Reconocen que el temor a la suspensión lleva ya tiempo merodeando sobre Medinaceli. Para ellos, "la presión y las mentiras" de los grupos animalistas están "ganando espacio en algunos medios que no constrastan las informaciones". Saben que "nos falta fuerza", pues los recursos están limitados en un pueblo con unos 700 habitantes y donde la mayoría supera los 60 años.
Lamentan ahora "haber sido demasiado buenos durante años" y "haber soportado manifestaciones, insultos y hasta pinturas en nuestras casas" pensando que "la justicia te va a respaldar". Son conscientes de que el próximo sábado 16, cuando debería celebrarse el Toro Jubilo, será un día "terrible". A lo que pierden, se añadirá la concentración de PACMA, que ya ha anunciado que mantiene para las 18.00 horas. Respecto a esta, aseguran que tienen poco que añadir: "Sacaremos nuestro carácter soriano, como hemos hecho siempre y sin buscar problemas".
Hoy están devastados, pero se muestran optimistas de cara a futuro. Ninguno piensa que esta decisión vaya a suponer el final definitivo del Toro Jubilo. Confían en la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que tiene pendiente una decisión respecto a los recursos presentados por Junta y Ayuntamiento contra la sentencia que declaró ilegal la ordenanza que regula el festejo. "Son tres jueces y, por lo tanto, no dependerá de un capricho", refieren. Añaden que "haremos lo posible y trabajaremos lo imposible para que no nos lo quiten".
No obstante, también piden comprensión y apoyo al resto de la provincia. Mandan un mensaje a todos los habitantes de Soria: "¿Cómo se sentirían si les arrebatasen La Saca? Ya conocen el refrán, cuando veas las barbas de tu vecino cortar...". Concluyen lamentando lo que esto va a suponer para el pueblo. Dejando a un lado lo económico (ese día llegan unas 4.000 personas a Medinaceli), se duelen de otra "pérdida para la españa vaciada y abandonada" que ahora "tendrá que salir de Soria para disfrutar de estos festejos".