El equipo ha bajado el nivel en las últimas jornadas, dejando escapar una buena oportunidad para asentarse en el liderato. Hay que corregir las cosas que se están haciendo mal en estos partidos desde la tranquilidad y el raciocinio. El equipo marcha segundos y ha dado muestras de que es capaz de pelear por lo máximo este curso.
El Numancia completó ayer el que seguramente sea su peor partido de este curso. Los rojillos pecaron en el ABC del fútbol, dejando en bandeja el gol a la Gimnástica Torrelavega y siendo inofensivos en ataque: No se tiró a puerta en todo el partido y los dos únicos remates que se realizaron llegaron a partir del minuto 80.
Tras esta derrota, la escuadra de Aitor Calle debe ser autocrítica y volver a sus orígenes. Los errores defensivos individuales están lastrando mucho al equipo en este tramo de competición. Si ir más lejos, la pasada semana el tanto del Escobedo también llego después de una imprecisión de Lucas Laso. En esta ocasión, Dorronsoro fue el que erró.
Otra de las señas de identidad que los numantinos han perdido es su olfato goleador. En El Malecón, el conjunto numantino completó su actuación más nefasta en ataque, sin generar apenas una ocasión clara en los 95 minutos que duró el choque. Esta situación es totalmente nueva, ya que los rojillos siempre se han caracterizado por ser un combinado con clara vocación ofensiva. Sin embargo, la semana pasada, que sí llevaron a cabo numerosos acercamientos a la portería contraria, los de Calle tuvieron poca claridad en los metros finales, abusando en numerosas ocasiones de centros laterales.
¿Qué toca entonces ahora? Lo primero hay que ser autocríticos y aprender de los errores para que no vuelvan a ocurrir. Eso sí, no hay que ser tan extremistas cómo he visto en las últimas horas: ni todo es negro ni todo es blanco. Hay un término medio desde el que hay que valorar todo.
El equipo, que no está en su mejor momento, ha demostrado a lo largo del curso tener credenciales suficientes para pensar que esto es un bache. Desde el trabajo, los rojillos tienen que darle la vuelta a la situación, valorando lo bien situados que están en estos momentos: Segundos, tan solo un punto por detrás del Pontevedra, actual líder.
De la misma manera, también hay que tener en cuenta las dificultades que está teniendo el Numancia con numerosas lesiones de jugadores de peso en defensa como Royo o Gexan (también es cierto que la plantilla debería haberse configurado de otra forma en esa zona, era un riesgo comenzar la temporada con tres centrales) y de otros futbolistas importantes en ataque como Góngora y Jony, el último en desaparecer de la convocatoria -el tema de los partes médicos es también un asunto y aparte-.
Por eso, en estos momentos hay que evitar los tópicos cenizos como “ya venía avisando de esto” o “no jugamos a nada” y frases despreocupadas como “va todo perfecto”. Hay que ser realistas. El Numancia, está en un mal momento y debe mejorar, pero está bien situado y es capaz de sobrepasar el bache. Realismo, Autocrítica y trabajo es lo que hace falta en estos momentos.