El conjunto rojillo enseñó sus dos caras ante el Guijuelo. Después de empezar ganando y dominando el esférico, los tantos salmantinos, que volvieron a sacar a relucir los problemas defensivos de los de Aitor Calle, cambiaron por completo el encuentro. Los numantinos sufrieron mucho para igualar la contienda en una segunda mitad con muy pocas ideas en ataque. Las notas positivas: los buenos minutos de Fabio Conte y Dani Fernández.
El Numancia dejó escapar este fin de semana dos puntos de Los Pajaritos frente al Guijuelo. Los rojillos, que comenzaron muy bien el partido, adelantándose muy pronto en el marcador, adolecieron de ideas en la segunda parte para dar la vuelta a un encuentro que se les complicó en los últimos minutos de la primera mitad con dos goles de los salmantinos.
Los de Aitor Calle salieron muy bien al campo, ejerciendo una presión alta, que dificultaba la salida del balón del Guijuelo, dominando el esférico y abriendo el campo por ambas bandas. En ese sentido, fue fundamental el regreso de Góngora a los terrenos de juego. El ecuatoriano es diferencial en esta categoría y eso pronto se demostró en su primera cabalgada por banda. Dejando atrás a su marca, este se plantó solo en el área, generando el primer tanto de la contienda, obra de Sanchidrián. Precisamente, el extremo es otro de los que están tirando del carro en estos momentos complicados de la campaña.
Tras ese gol, los de Aitor Calle continuaron llevando la batuta del juego hasta un ecuador de la primera parte en la que todo cambió. Un balón a la espalda de la zaga numantina y un error grosero a la hora de sacar el balón dieron la vuelta al luminoso en un visto y no visto. Aunque el Numancia es uno de los equipos que menos encaja, sus fallos atrás de las últimas semanas le están costando numerosos puntos ante rivales de la zona baja.
A pesar de todo, el partido volvió a dar una oportunidad a los de Aitor Calle con la expulsión de Alonso. Con todo de cara y con dos cambios en el descanso, los sorianos no encontraban el camino del gol en unos segundos 45 minutos en los que les faltaron ideas en los metros finales. El equipo abusó mucho de tiros lejanos y de centros laterales, desarrollando un juego muy plano.
Además, el cambio de Góngora (su sustitución es lógica, ya que vuelve de lesión) por David Sanz ralentizó todavía más el ritmo de los de Aitor Calle. Pienso que el sustituto de Góngora debería haber sido Dani Fernández para jugar con dos arriba o Fabio Conte -es muy fácil hablar a toro pasado-. Precisamente, estos dos jugadores dieron un empujón final al combinado numantino cuando entraron al campo.
El ariete, castigado por una lesión a principio de temporada y con muy pocos minutos en este tramo, fue el autor del empate a dos en los minutos finales. Con la plaga de lesiones que está asolando al combinado rojillo, es fundamental que jugadores como él se reenganchen a la dinámica del equipo y empiecen a tener oportunidades, sobre todo si las aprovechan como él el otro día.
Con todo, hay que tener calma y confiando en un plan que tiene al Numancia segundo a tan solo tres puntos de un Pontevedra que no es invencible (no lo es y sino recordad el duelo en Los Pajaritos). El equipo está pasando un tramo complicado de la competición con numerosos lesionados y aun así sigue en la zona noble. Ahora, eso tampoco es excusa. Hay que reconocer que el Numancia es muy irregular a lo largo de un partido. Es fundamental desterrar una vez los errores defensivos de este calibre y encontrar soluciones cuando los equipos se cierran atrás.