El consejero de Economía y Hacienda y el presidente de Vitartis mantienen una reunión en la que se destaca el arraigo territorial de las industrias alimentarias y su impacto en la economía del medio rural.
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y el presidente de la Asociación de Industrias Alimentarias de Castilla y León (Vitartis), Santiago Miguel, han mantenido un encuentro para analizar el documento ‘Crecer haciendo crecer: Estrategia para el fortalecimiento de la industria alimentaria de Castilla y León’, en el que se explican los siete ejes en los que se puede apoyar el crecimiento del sector a corto y medio plazo.
En el transcurso del encuentro, el consejero ha expresado su apoyo a la estrategia elaborada por Vitartis, que pone en valor el sector alimentario como motor de desarrollo de Castilla y León, cuyos ejes de desarrollo coinciden con los objetivos del Plan Estratégico de la Industria Agroalimentaria de la Junta de Castilla y León, presentado en noviembre por el presidente, Alfonso Fernández Mañueco.
El Plan Estratégico de la Industria Agroalimentaria de la Junta de Castilla y León tiene como objetivo fortalecer este sector prioritario para la Comunidad, ya que cuenta con la tercera industria agroalimentaria más potente de España, con más de 14.300 millones de euros en cifra de negocio, que supera los 43.000 empleos en 3.000 empresas y está logrando cifras récord de exportación.
El sector agroalimentario tiene un destacado carácter estratégico para Castilla y León, ya que contribuye al crecimiento, el empleo y el desarrollo territorial, y es imprescindible para impulsar la actividad del extenso tejido de pymes y micropymes, generar puestos de trabajo, modernizar el sector, potenciar la innovación, incrementar las exportaciones y afianzar las empresas como referentes de calidad alimentaria.
El plan, articulado en seis grandes ejes, tiene como objetivos prioritarios generar empleo joven en el sector, apoyar las inversiones de las empresas, profundizar en la transformación digital, impulsar la formación y la I+D+i, fomentar el desarrollo de nuevos productos y mejorar la promoción y la comercialización.
Entre otras medidas, el plan incluye 312 millones de euros que se destinarán a apoyar las inversiones de la industria agroalimentaria para lograr un sector fuerte que aumente su modernización, eficacia, reduzca sus costes y diversifique su producción. Asimismo, en 2025 se incrementará el importe de los préstamos destinados a la agroindustria avalados por la Junta, hasta un máximo de 2 millones de euros anuales, para aumentar la competitividad.
Además, contempla 80 millones para promoción, comercialización e internacionalización, con el objetivo de que continúen aumentando su volumen de exportaciones; y la puesta en marcha de una potente plataforma digital, ya en desarrollo, para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria poniendo al servicio la mejor tecnología.
Asimismo, se atienden las demandas del sector con la convocatoria de una nueva línea de ayudas dotada con 20 millones de euros para que las empresas afronten gastos que mejoren su gestión.
El liderazgo del sector agroalimentario sitúa a Castilla y León como la tercera comunidad autónoma por volumen de facturación, concentra el 10 % de las empresas agroalimentarias nacionales y casi el 9 % del empleo. Su cifra de negocio alcanzó los 14.328 millones de euros en 2022.
Castilla y León cuenta con un sector agroindustrial compuesto por más de 3.000 empresas, que se concentran principalmente en tres subsectores, el de panadería y pastas alimenticias (34 %), el de la carne y productos cárnicos (25 %) y el de la fabricación de bebidas (22 %). Destacan las exportaciones agroalimentarias, por valor de 3.369 millones de euros, que se han incrementado un 46 % en el periodo 2019-23, con Europa como principal destino, el 80 % del total.
Vitartis es la asociación que representa los intereses de la industria agroalimentaria de Castilla y León. Se caracteriza por impulsar la innovación abierta y colaborativa entre sus socios, entre los que se encuentran, además de las empresas agroalimentarias más representativas de la Comunidad, los centros tecnológicos y universidades, conformando así un ecosistema que facilita la transferencia de conocimiento y tecnología. Cuenta con 150 socios y reúne más del 40 % de la facturación y del empleo del sector en Castilla y León.