DEPORTES
Actualizado 13/01/2025 14:41:13
Pedro Lafuente

El Numancia completó un gran encuentro en Compostela. Los rojillos continuaron en la tónica de los últimos partidos de 2024, llevando la iniciativa y generando numerosas ocasiones. A pesar de ello, todo cambió en los minutos finales con los dos tantos de los locales. La falta de concentración en la última acción del partido fue un castigo muy duro para una escuadra que merecía traerse los 3 puntos.

El Numancia volvió a disputar un partido oficial casi un mes después. Los rojillos completaron un enorme encuentro en Santiago de Compostela, siendo amos y señores de un duelo que se les escapó el los compases finales. Aitor Calle hizo bueno el tópico de que, si algo funciona, no lo cambies, poniendo sobre el terreno de juego el once que venció al Real Valladolid Promesas y al Real Avilés. El único cambio que se produjo fue el de Góngora por Asier Teijeira. El jugador ecuatoriano ni si quiera entró en la convocatoria.

Con ese contexto, los rojillos saltaron al terreno de juego, demostrando que seguían al mismo nivel que en diciembre. Sacando el balón desde atrás, el combinado numantino llevó el peso del partido durante la primera parte. En esos minutos, Dani Fernández fue un auténtico dolor de cabeza para una defensa compostelana que tenía muchos problemas para pararlo. Para mí gusto, el delantero sufrió un penalti al ser agarrado al intentar rematar un centro. No obstante, el colegiado no señaló nada. Hablando del árbitro, este fue otro de los grandes protagonistas del encuentro. No dejó contento a nadie y no vio una clara cesión de los locales a los pocos minutos de empezar el duelo. Caso a parte es intentar comprender porqué añadió 8 minutos de prolongación en la segunda parte.

A pesar de ello, el Numancia continúo pico y pala. Dani Fernández, que sigue en un gran momento de forma, pudo inaugurar el marcador si no llega a ser por Manu Barreiro. Junto a él, otro de los nombres propios de este equipo es Cristian Delgado. El mediocentro no para de crecer, erigiéndose en uno de los líderes del cuadro soriano. Ayer, el de Algeciras se inventó un pase de ensueño, de los que se ven en Primera División, para romper varias líneas y dejar a Sanchidrián en una buena posición dentro del área. El extremo, que fue de nuevo fundamental, se giró en el área con un gran movimiento y se quedó solo ante el arquero. Sin embargo, su chut se fue alto.

Tras el paso por vestuarios, los rojillos continuaron pico y pala durante los primeros compases de la segunda mitad, gozando de ocasiones claras para ponerse para delante. También es cierto que se dio un periodo de la segunda mitad en los que los sorianos tuvieron más problemas para llegar al área contraria, excediéndose a la hora de llevar a cabo centros laterales. Es lógico y normal que el equipo no pueda mantener el mismo nivel durante los 90 minutos.

Por su parte, la S.D. Compostela apenas acechó la portería de un Kudakovskiy que no tuvo que intervenir hasta el 87. En ese aspecto, quiero volver a destacar la actuación de Moustpha. El mediocentro, acostumbrado a ocupar ese puesto durante los últimos meses, se mostró imperial por alto, desvaneciendo cualquier acercamiento gallego.

Tras ese pequeño bache ofensivo, los de Aitor Calle llegaron mejor a los últimos minutos. Sanchidrián, que no da por perdido ningún balón y que llegó al 80 muy fresco, puso en bandeja el 0-1. Alain Ribeiro que siempre tiene la capacidad para estar en el lugar adecuado, empujó al fondo de las mallas el tanto numantino. Con ese contexto, el partido se rompió, yéndose el Compostela al ataque, dejando huecos muy grandes en defensa.

Con esa situación, el Numancia supo leer a la perfección el partido, llevando a cabo varias contras. En una de ellas, Jony dio un pase de la muerte a un Dieste que dejó visto para sentencia el enfrentamiento. No obstante, los rojillos se quedaron empanados tras el gol y en la acción siguiente, los gallegos recortaron distancias.

Con 1-2, el partido todavía se abrió más y el Numancia pudo ampliar diferencias en varias contras. Lejos de hacerlo, por la falta de puntería y por las buenas paradas de Rabanillo, el encuentro se mantuvo vivo hasta un último minuto en los que Aitor Calle echaron por la borda todo lo anterior. Un fallo de concentración defensiva y de marcaje dejaron a Ocaña solo dentro del área para batir a Kuda. El conjunto soriano tiene que ser consciente de que los partidos duran hasta que pita el árbitro y que si no te mantienes concentrado hasta el final te puedes llevar un susto.

Con todo ello, pienso que el Numancia continúa en muy buen estado de forma y que lo ocurrido ayer es tan solo un traspiés. El Pontevedra también empató y la cosa sigue igual. Si los rojillos pulen esos errores tendrán mucho ganado, ya que en estos momentos han alcanzado velocidad de crucero.

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